viernes, 29 de febrero de 2008

>> Color gris perla

Anoche salí de casa pensando que aquello me llevaría tres-cuatro horas y terminé pasando la noche en su casa, ahi en General Martínez Campos, esta tarde ya me acuesto y duermo en condiciones. Ese barrio me parece de lo más serio y gris que hay en toda la ciudad, solo faltó que estuviese lloviendo. Tras fumarme un cigarro en la calle-a causa del transbordo eterno de metro que tuve que hacer en Cuatro Caminos- toqué al telefonillo y después arriba salió a esperarme a la misma puerta.

Me recibió muy cordial estirando su brazo cogiéndome la mano haciéndome pasar, yo no sé por qué ya que a continuación lo que hizo fue cerrar tras de sí y empotrarme contra la pared del pasillo. Ahí me desquitó el liguero de dos tiradas y se abalanzó sobre mi cuello cogiéndome el pecho. Me dijo lo típico, que le gustaba y que estaba muy buena. Minutos después comprobó él mismo con aprobación que también estoy riquísima al desnudo.

Me hizo pasar a la habitación a trompicones pues me llevaba cogiéndome el culo con ambas manos. Antes, en un momento dado en mitad del pasillo me hace girarme, me pega a él sosteniéndome por la cintura y elevándome el sueter se inclina, lamiéndome por completo un pecho y después el otro. Amenaza, divertido, con que le gusto mucho y va a matarme a polvos. Ya en la habitación me hace tumbarme en la cama, me abre de piernas y se decide a prepararme. Me lame, como ya hiciera antes, cogiéndome las tetas y me mira, sonriendo, colocándose a mi par. Con la mano se ayuda para buscar la entrada de mi vagina para ver cómo estoy y en esa misma mano se apoya para frotar su polla conmigo y acto seguido metérmela.

Y yo la recibo caliente y dura, como me gusta, y él la hace entrar de una sola vez, llenándome, pero despacio y profundo, mientras en su movimiento corporal va muy suave empujando. Me coge la barbilla mirándome a unos centímetros y me dice mientras prosigue el suave balanceo que quiere metérmela así

-despacio, te la voy a meter hasta que te salga por los ojos-

Y así en ese plan en el que me trae, cachondo perdido, sabiendo lamer, yo no me niego a nada y me dejo hacer y lo que viene siendo un balanceo pasa a ser una follada bestial que nos hace al momento voltearnos y entonces paso a cabalgarme su verga, que desde que entró ahí sigue caliente y dura con el mismo rendimiento.

Y le da para voltearme de nuevo y esta vez recorrerme con ella todo el culo, lo que me tiene formado allí dentro me hace cogérsela y yo misma la llevo de nuevo dentro, le gusta, se pega a mi y comienza a embestirme, como le tengo en mi espalda me agarra por el pecho pero a continuación se lleva ambas manos detrás de la cabeza y sin dejar de empujarme me pide que me lo folle yo a él, entonces me vuelvo, retirándolo y le miro a la cara y le reto diciéndole que entonces primero me lo tiene que comer, que quiero que me lo coma primero,

-te como lo que quieras, tienes polla para rato, guapa, hoy no te vas de aqui sin que me corra contigo tres o cuatro veces-

y después se queja divertido porque y que yo aún ni siquiera le he dado un lametazo, y me besa la perla y después se calla y va bajando salteándome besos por el ombligo y procede. Ese barrio va a pasar a coger mejor color a partir de ahora.

miércoles, 27 de febrero de 2008

>> En Villaviciosa tenía que ser

Eugenio, que así se llama este ejemplar, tiene la polla más destacable del año, estéticamente hablando. No lo aventura su 1'70 o así, normal, y en realidad lo que aparenta es ser un tipo de lo más simple pero no. Estuvimos anoche en Villaviciosa de Odón, asistimos a la casa de un primo suyo que celebraba cumpleaños. Cenamos unas pizzas y estuvimos bebiéndonos unos cubatas pero no fue hasta largarnos de allí y subir al taxi que se atrevió a tocarme.

Se la vi en el ascensor, subiendo a su casa, cuando no íbamos ni por el segundo piso ya se la sacó tras venir todo el trayecto metiéndome la mano entre las piernas, mojándome. Estaba muy excitado y sin dejar de cogerme los pechos me pidió que por favor se la chupara hasta llegar y yo sin pedirlo por favor también se la hubiese chupado.

Nos gustamos y me la llevé pasillo adelante cogidita de mi mano y él extremadamente excitado acompasaba risas con tocamientos a distintas partes de mi cuerpo y esto me hacía moverme, mientras él no acertaba con la llave para abrir la puerta y de forma que me hizo gracia me apartó la mano tapándose intentando subirse el pantalón y miró alrededor del rellano y dijo que me esperase que no podía más.

Pero sí pudo; una vez dentro de la casa me subió la falda a la cintura y respetando el tanguita se pegó a mi subiéndome en la polla, que dispuesta, ella sí aventuraba lo que vendría después. Y vino ella y yo a horcajadas entre varias exclamaciones de gozo del ejemplar que me hicieron estremecerme con solo pensar en que después tendría semejante herramienta debajo de mi, en la cama, extensa y gigante que veo desde donde me encuentro, entonces, encima de la mesa.

Qué maravilla la que vuelvo a chupar, después, según me pide y a continuación al hacerlo provoco que se corra sin sacarla de mi boca. Nos hemos gustado mucho en ascensor, en mesa, en cama, en manos, pero sobre todo en ascensor, ¡qué lujo el verla presentarse!, las apariencias engañan pero está visto que no siempre.

lunes, 25 de febrero de 2008

Acceder de dentro adentro

Como el fin de semana de carnaval me fui a Salamanca quedé con la Sandra en que se viniera a pasar este fin de semana aquí conmigo por lo que primero estuvimos en el dia% a comprar para llenar la nevera, que por cierto, desde que me visitó Marcelo funciona como nueva.

Sandra se muestra bastante insegura, no lo está pasando nada bien aunque de sus movimientos me da pocas explicaciones y yo no pretendo incomodarla, sí me cuenta cosas pero más que nada son impresiones. El último cliente que tuvo en Santander fue en una fiesta, me cuenta que ese la dijo un par de cosas que no la gustaron pero que no se vio con suficiente entereza como para encararlo y que extrañamente mientras la daba por detrás a ella la dio por llorar y no se pudo contener. Dice que son muchas las veces que se mira en el espejo y lo que ve es simplemente una prostituta y la verdad es que lo cuenta de una forma que a mi me da cierta angustia.

Para animarse el sábado me insistió en que fuesemos a la calle Preciados y alli fuimos, empeñándose en entrar en todas y cada una de las tiendas. Se compró un par de jerseys monísimos, yo no compré nada. Por cierto, ahora desde hace un tiempo desde la estación de metro de Sol no es necesario salir a la calle para acceder al corte inglés, puedes pasar desde dentro, dejaron acceso ahí, la hostia, y eso ya venía sucediendo desde otra estación, en la plaza de callao, aunque a mi me da igual, desde que compré el abrigo no he vuelto a pisar ese mundo.

Estando tomándonos unas copas ya después en Jacinto Benavente me llama al móvil un tipo para quedar ayer domingo, se trataba de ir unas tres horas a su casa, ahi en tribunal, pero decía querer algo distinto, quería estar con dos chicas y me contó que nunca lo había probado, tras contarme me pregunta si sé de alguien y le indico que me llame en diez minutos tras comentar precios. Le explico a Sandra de qué se trata y la recuerdo que es algo que no hacemos desde hace años, ya se encuentra algo más divertida, llevabamos ya un par de horas bebiendo y había ligado con el camarero y hacía una media hora que me había estado contando sus problemas por el dinero por lo que acepta.

Cuando llama de nuevo Carlos, que así se llama, me indica que quisiera que fuésemos bien distintas, se lo confirmo y le propongo devolverle 50 euros si elegimos nosotras cómo hacer. En eso quedamos, lo tenía yo ya todo en mi cabeza. Nos presentamos a las tres en punto en la casa del Carlos, en la misma calle fuencarral. La Sandra como sigue con su ritual de manías se entretuvo en el ascensor jugando con su lengua rozando el espejo. Se había metido una raya antes de salir de casa y me iba contando de camino una tontería tras otra y mi dosis de vodka hacía el resto.

La prometí mientras nos maquillábamos que quería que se fuese de madrid con buen sabor de boca, que si el Carlos este veía que era apetecible que entonces yo le chuparía la polla como sé hacerlo y se le dejaría a ella, que yo sería la puta y ella la princesa.

Todo salió bien.

Al llegar, el Carlos nos miró de arriba abajo, yo le miraba a él y la Sandra me miraba a mi. La sonreí y nada más pasar al salón Sandra dice que debe entrar al baño, dijo que porque se meaba pero yo digo que porque quiso meterse otra raya. El caso es que de este modo nos dejó solos, Carlos me preguntó que cuándo me pagaba, expectante, yo le dije y conté el dinero mientras le pedí que procurase portarse bien con ella, que allí la única zorra que había era yo, que a ella solo debía hacerle el amor, se quedó perplejo, asintiendo con la cabeza y acto seguido se rió de forma absurda y dijo que le ponía muy caliente que fuese yo quien dispusiera, que él iba a obedecer.

La Sandra al momento regresó al salón, acercándose a nosotros, y Carlos de nuevo volvió a revisarla con aprobación y fue entonces ahí cuando todo quedó sentenciado porque Sandra dirigiéndose a mi nos dijo a ambos

- déjame empezar a mi, quiero follármelo, ya después a ti que te lo haga por detrás, que siempre te ha gustado-

Y todos estábamos de acuerdo y el Carlos se volvió aquí a reir de forma nerviosa y absurda aunque después pudo comprobar que en efecto, así son las cosas, me sigue gustando por lo que salimos de allí las dos agusto y Sandra se ha marchado esta mañana tras hacerse la foto de rigor en el edificio de bellas artes, no sé cuando volveré a verla porque dice incongruencias, a veces te dice una cosa y a veces otra, no hay quien la entienda.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Rojo que te cojo

Hoy he estado haciendo cositas desde primera hora de la mañana, cositas que tenía pendientes y entre otras cosas me he pasado por el apdo de correos por si hubiera noticias de la novela pero no había nada, quizá fuese todo mentira, hay toda clase de gilipollas, no me sorprendería.

Después ha estado aquí Marcelo que anduvo colocando la pieza de la nevera, ya me resulta buena gente y todo, se ha tomado algunas molestias en encontrar lo necesario o eso parece según me cuenta. También me ha contado una tontería de gomaespuma porque me lo ha visto en el pc y como me ha hecho reir lo aprovecha diciéndome su rosario de que es padre y que la vida es larga y dura, y que se sintió esta mañana como un privilegiado viniendo a mi casa porque y que está seguro que al único que me follo en casa es a él y que de no tener ese curro que tiene no habríamos vuelto a vernos, que lo ha tenido muy en cuenta desayunando abajo unas porras en el bar del Vicente, cuando alguien feo-feo le ha pedido el marca para cuando terminase. Yo bien creo que lo decía en serio. El feo ese querría leer cómo perdió el madrid ayer en Roma.

Una vez que terminó de instalar lo que sea en la nevera regresó aquí al salón donde me encontraba yo planchando y desenchufó para que le hiciera más caso. Se me acerca cogiéndome la cara obligándome así a mirarlo y me besa la nariz diciendo divertido que con el arreglo estoy servida hasta agosto por lo menos. Como ha venido varias veces se siente cómodo y yo le dejo estar, no me importa. Se sienta sobre el sofá, el negro, y con palmaditas a su lado me invita a que me siente yo también y me cuenta

-¿sabes? hoy no vengo solo caliente, hoy vengo que me como la nevera si hace falta-

Lo dice mientras hace pequeños círculos con su índice en mi rodilla, y yo como por las mañanas ya es conocido que me levanto de lo más razonable, le digo la verdad

-¿y por comerte no te apetece comérmelo, ahora, en el sofá rojo? nunca antes me lo han comido en el rojo-

Hay preguntas como esta que se hacen a sabiendas de cual será la respuesta pero está muy bien hacerlas. Se maneja bastante mejor con la lengua que con la polla por más hijos que haga por lo que cuando me tenía ya suficientemente empapada comenzó a quitarse los pantalones, quería metérmela ya pero no le dejé, devolví su cabeza donde estaba y comenzó a chuparme de nuevo, esta vez clavándome los ojos y sin dejar de mirarme consiguió que me corriera y después, sí, ya se quitó las botas y se sacó el pantalón y tan solo me hizo moverme levemente para entrarme, despacio y de una sola vez, profundizando en mi coño empapado.

Follamos así, medio de lado y mientras empujaba me fue prometiendo al oído que iba a aguantar lo suficiente para hacer que me corriera de nuevo y él mismo se animaba a medida que me iba diciendo, pero no lo consiguió y esto yo ya lo sabía. No me ha dado la gana de dejarle que se duche aquí en casa, cada mochuelo a su olivo como decía mi abuela. Ahora me estoy llenando yo la bañera y pienso estar luego en ella hasta arrugarme.

lunes, 18 de febrero de 2008

Ra-Ra-Rayo Vallecano

Este sábado no quedé con nadie, estuve viendo el partido del barça, sin Andrés en el campo pero un partido al fin y al cabo. Ayer domingo sí que trabajé, sí y Vallecas ha cambiado bastante desde que no vivo por allí. Anoche tenía una cita allí a tomar por culo, cerca ya de la m40, el metro de Miguel Hernández. El tipo era tartamudo, curioso, nunca jamás antes me lo había montado con un tartamudo. Me recogió en la boca de metro y se tiró tres horas para preguntarme si había leido los poemas en la estación.

Por el camino me fue explicando que nos íbamos a tomar un par de chupitos para la risa, que en su piso después estaría su madre, que había que subir, aparentar rutina y normalidad y plantarla dos besos, que al rato al quedarnos solos decidiría qué hacer conmigo, que no iba muy bien de dinero. Hacía tiempo que no me encontraba con alguien tan sencillamente honesto.

Los chupitos iban a ser un par y fueron cuatro pero muy bien, como chupitos que son. El tequila no me gusta por lo que me lo cambiaron por otro que debieron inventarlo a mala hostia, voy a aborrecer también el whisky aunque desde las borracheras de dyc del instituto apenas lo bebo. Subimos en el ascensor al tercer piso, por el segundo me tartamudeó que estaba nervioso y me dio mucha lástima por lo que mareada y todo le cogí la barbilla y le planté un beso. Le tranquilicé de palabra antes de salir del ascensor y al sacar las llaves de su cazadora me pidió que volviera a besarlo.

Entramos por un pasillo y al fondo, el salón. La señora tiene la radio encendida y está sentada en un sillón a las faldas de la mesa con su brasero eléctrico, el Oscar me tartamudea en la presentación y me indica que ella es sorda y yo observo la radio encendida y me quedo también hipnotizada por sus tremendos, por gigantes, ojos verdes, que el Oscar no tiene. Y nos encantamos.

Al cabo de una media hora yo estoy tratándole a la señora acerca de mis últimos experimentos en la cocina porque quiero que me mire y porque a esta no se le puede discutir de fútbol y mientras hablo mojo una rosquilla en mi vaso de leche.

Pero el Oscar tiene otros planes, a espaldas de su madre me dice que ya nos vamos, que ella está encantada, que la mire y eso hago y la señora mientras me está contando que moje los filetes de pollo en leche y los meta así en el frigorífico, que no los congele y congelada me tienen a mi su par de ojos verdes y mientras la escucho pienso que lo que ella no tiene en el oído se la sale por los ojos y me hace gracia y me río y al momento aún más porque me veo que allí estoy riéndome con una sorda y un tartamudo, ellos no sé de qué se reirían pero los tres ahí felices.

Salimos en un rato y al meternos en el ascensor y cerrarse la contrapuerta se pega a mi sin esperarlo y comienza a besarme bastante encendido, me gusta y le sigo de buen rollo y me coge una nalga y me manosea un pecho y el culo. Le digo que estamos ya abajo, mira el numerito y vuelve a dar de nuevo al tercero y me hace entrar de nuevo en su casa tras entrar él un momento. Pasamos rápido a la habitación primera y cierra despacio tras de sí.

Mientras me desnuda me recuerda que su madre es sorda y al momento nos encontramos ya follando en su cama y yo le cabalgo con mis ojos puestos en la puerta porque pienso que los verdes pueden entrar de un momento a otro y le hago repetirme de nuevo que ella no oye una mierda. Muy chungo el hacer repetir las cosas a un tartamudo pero en fin, allí no entró nadie y el Oscar no escondía sus jadeos.

Cuando parecía que iba ya a correrse me la sacó el cabrón y se dedicó por un rato a comerme las tetas y volvió a metérmela al momento y esta vez follamos más fuerte y con un ritmo más rápido. Agoté el paquete de toallitas que llevo en el bolso pues tuve que limpiarme de cualquier manera pues se empeñó en que se iba a correr sobre la luna y no me dejó pasar al baño.

jueves, 14 de febrero de 2008

Sin aguante

Anoche pasé a ver a Héctor y me lo encontré jugando una partida de tetris en el móvil. Llegué abriendo con mi llave y también con la botella de cava como me había pedido aunque después ni nos la bebimos. Mi sobre encima de la mesita de noche, todo en orden, al regresar al salón le propuse que se compre mejor una consola en condiciones ahora que tiene más tiempo libre y porque los sims también follan, me imagino. Hasta que no terminó la partida no me siguió la conversación, qué vida.

Como tiene la cabeza en esas tonterías me preguntó que cuantos juegos me sé yo y enredó conmigo un rato porque son esos juegos los que le ponen caliente, cuanto más viejo más niño. Como loco se ha puesto con el sujetador de encaje, tres veces me lo hizo quitar y tres veces me lo puso y tirando de la puntilla y dejándola en su sitio y volviendo a tirar y así, encantado de la vida y como ese tratamiento dice que le deja hecho una mierda no pretendió follarme ni nada, se la chupé sin movernos del salón y después cuando estaba ya listo me pidió separándome pasar mejor a la cama y allí sentado me hizo subirme encima de él y aguantó lo que a mi me dio la gana, poca hostia, una serie de contracciones y listo.

Como ya me aburre lo que no está escrito -valga la redundancia- y porque todo lo que me cuenta son tragedias, le he mentido y le he dicho que salgo de madrid hasta primeros de abril, que me llame para entonces, lo apunto aquí para que no se me olvide.

miércoles, 13 de febrero de 2008

De hijos de puta está el mundo lleno

aclaración nº 7

Tengo una sensación que ya me acompaña desde ayer y que me hace sentirme extraña en mi misma. Es una mezcla entre apatía y un sentirme derrotada. El recorrido entre la apatía y la euforia me lo conozco de sobra y entiendo que sobre todo pueda deberse al consumo de hachís de forma frecuente. El sentirme derrotada sin motivos aparentes no sé a qué es debido, si se trate solo de una crisis existencial de esas que se nombran o qué pasa. Lo cierto es que se trata de una sensación un tanto desagradable.
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Y he estado pensando que sí voy a ir a votar en estas elecciones o selecciones -porque esto tiene su federación y su colección propia de subnormales-. Qué susto estos días de atrás cuando lei en el 20min la amenaza de que si trasponía gallardón [cuando el "ahora me enfado y no respiro"] nos plantaban entonces de alcadesa de madrid a la ana botella, no me jodas. Así que tras pensarlo y con tal de que fraga se muera cuanto antes y de que el rajahoy chupe chapapote otros cuatro años voy a ir a las urnas, sí, y voy a ejercer de individua y votaré al gaspar llamazares que me cae simpático, tiene nombre de rey mago pero a mi se me representa todo a Asterix.
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Hay que ver las porquerías que vienen a decirnos todos, y que según pasan los días las barbaridades que dicen van en aumento, y aquí, como en todo en la vida, se trata de sortear gilipollas y yo voy a votar al que tiene todavía la cara de piel y no la tiene a ras de suelo besando el mármol, atajo de cabrones todos. Les metía yo esta apatía por el culo a todos ellos. Chequesbebé, irpf de quita y pon, endesas y su puta madre pero ahi tenemos en el muestrario a julian muñoz que le vamos a perdonar porque está enfermo, y triste y sola se queda fonseca pero de pobre no se muere, no, hijos de puta. Si es que me pillan así, jodida en mi crisis con mi pancarta del vodka gratis pero me pillan de juez supremo y aquí se acababa la tontería y rápido.

lunes, 11 de febrero de 2008

Lauki

Si me dicen que este fin de semana lo voy a pasar medio perdida allí a tomar por culo entre sierras asturianas me río del que me lo cuente pero no, lo cierto es que me tocó vivirlo y allí hace siempre una humedad de muerte y lo peor de todo es que se hacía de noche con niebla y acabábamos de comer.

Ibamos a un pueblo de la costa con los picos de europa allí mismo o yo no sé y todo pueblos como de cuento, nada de ese abandono castellano y atravesando esas sierras por carretera comarcal se le jode el coche porque no sé qué dice de la correa y se queja sin parar al rato porque no tiene batería y no sé, el caso es que apaga el coche y andamos un par de km al pueblo más cercano y que allí no se puede hacer noche, nos dicen, y que tenemos un pueblo con hostales a unos cuarenta km pero la niebla está muy baja y no cree que suban a por nosotros y así pasó. Así que media vuelta en busca del coche y en ese ir y venir me digo a mi misma que no vuelvo a hacer un trayecto así en esta época del año porque él, Jaime, ya me lo había dicho por teléfono de ir el sábado y regresar el domingo por la tarde, pero con ese frío se hace igualmente largo aunque era todo fácil pues únicamente consistía en engañar a un par de pensionistas, en este caso sus padres.

También intentamos ya dentro del coche engañar al frío que hacía fuera y acepté sus manos, eso sí, calientes, subiéndome la cintura. Y mucho frío hacía fuera, sí, pero nada, en cuestión de minutos ya estábamos sudándonos sacándonos la ropa. Y como estábamos al lado de un río, arroyo o lo que fuese aquello era constante el sonido del agua por lo que me entraron unas terribles ganas de mear y aún más porque me daba la risa vistiéndome ya que este me decía que tuviera cuidado porque tal y como habíamos visto por la tarde había vacas lecheras o de las otras sueltas por ahí y podía llevarme un susto a lo que le contesté que eso sería toda una sorpresa pues de ser lechera ya teníamos para el desayuno.

El caso es que saqué el culo allí a 100 m pero no vino nadie. Y en un coche se duerme peor que mal, aunque a este yo creo que le da igual la cama de sus padres que sobre el volante, debe roncar lo mismo, pero eso sí, follar no creo que folle igual, creo que nunca antes se lo había montado en un coche, al menos en el suyo porque lo que pretendía no era normal, tal vez sí en una limusina de esas que curiosamente no he montado en ninguna yo tampoco. Tengo que estar bien guapa subida en una de esas, larga como la noche asturiana, atrás del todo, sillones color crema así vainilla o algo y los cristales tintados, como separando mundos. Pero de un fiat punto poco te puedes esperar, cualquier día te deja tirado en la carretera y te clavas en las rodillas el pulsador del cinturón de seguridad, aunque me sigue gustando la gilipollez esta de cuando se empañan los cristales poner mi nombre con el índice. A veces aparece el gracioso de turno -aunque este no fue el caso- que me pone el palito haciendo klara o lo tacha, cosa que me sienta ya hasta mal porque habiendo para elegir seis cristales tienen que meterse en mis cosas, qué gente.

Nada, el Jaime este es más bien simpático, tiene una forma extraña al hablar, el acento de su tierra me hace escucharle aunque lo que me cuente no valga para nada, me trajo aquí al barrio, era lo menos que podía hacer si pretende como asegura volver a verme y como volvimos con varias horas de retraso tras tanto tiempo estando con él ya me aburría, casi siempre me pasa, así que esta vez por entretenerme vine aprendiendo señales de tráfico y de por qué blancas y por qué azules y por qué círculos aunque me importa una mierda pero es curioso y universal creo.

viernes, 8 de febrero de 2008

Ticks

[convendría leer antes El beber y el follar]

En Valdeacederas, la verdad es que luego no estuvo nada mal la noche. A la hora fijada se presentó a por mi el tal Alfonso. Desde allí caminamos calle abajo hacia unos locales de Azca, me indicó que llevaba ticket restaurante de su empresa y que en estos sitios siempre los aceptan. Se trataba de un tipo un tanto extraño y aparte del tick que le hace voltear la cara hacia la izquierda dice cosas incongruentes, muy curioso.

Parece muy maniático con los vinos o entiende de lo que habla, yo me pedí el lambrusco ese rosado porque le conozco y me va bien por más que el protocolo dicte que no se cuál para carne que no se cuál para pescado, el lambrusco ese para clara y punto.

Un tipo raro que porque sí me invita a cenar y para meterme mano y pie también, cosas que puede hacer en su casa pero en fin, en seguida comienza la retahíla de reprimido de tres al cuarto que tiene a la mujer en casa que estará acostando a los niños y que mejor nos vamos a un hotel con quien se habrá imaginado follando con vete a saber quién. A mi me importa más el filete de ternera que tengo en el plato que sus cosas, ¿que me dice que vive en la plaza de la Remonta pegadito con una comisaría de la policía y vive tan tranquilo y feliz así? pues yo que me alegro, ¿que no ha pisado la casa de campo en su vida excepto para ir a ver al koala con el crío? pues fíjate qué buen hombre y así sucesivamente.

Yo pensé lo que pienso siempre en estos casos, que mientras no me transmita detallitos de psicópata o de subnormal profundo, a mi que me traigan otra botella y así hasta que se le ve recortar media ticketera de veinte euros la unidad y me dice que ya está bien y una vez en la calle tenemos un taxi esperando al que previamente había llamado y el que nos lleva a un par de manzanas para abajo y nos deja a la entrada del hotel. Y en ese hall podría yo hacer vida muy tranquilamente.

En la habitación todo fue un no parar, tan pronto me tenía contra la pared como amarrada en la cama sin dejar de empujarme. Me fue gustando y yo misma le dirigí para que mientras me penetraba se ayudara de los dedos haciéndomelo por detrás. Y me lo hizo bien y vio que me gustaba y no se por qué pero me brindó a continuación un solo muy guapo abandonando mi vagina comenzando a chuparme y mientras sus dos dedos continuaban tal y como le dije un rato antes haciendo camino en mi culo y me cogió bien el punto y consiguió que me corriera de gusto y acto seguido retiró sus dedos metiéndome la polla de nuevo, pero esta vez entró empapada.

Mientras lo tuve encima pensé que a falta del tick que hacía rato que no le aparecía se le había puesto la cara del tono del lambrusco. Al oído me dijo cosas que yo ya sabía como que no había visto antes correrse a una mujer de esa manera, y que le había gustado mucho.

jueves, 7 de febrero de 2008

El beber y el follar

A veces tengo días como este de hoy en que no me apetece escribir ni lo más mínimo puesto que no tengo nada que decir, o quizá esté ya todo dicho. Me gusta el vodka más que a un tonto un lápiz y cuando volvía de la compra con dos botellas me encuentro a la vecina de siempre.

Me ha hecho una pregunta detrás de otra, se asombra porque no tengo tv, me pregunta si tengo llave de la azotea para no se qué de la antena, y yo no sé por qué pero me habla del hombre del tiempo y de Enrique el del kiosko como si a mi me importasen algo sus vidas. Sé que no está lejos el día en que me venga indagando de si tengo o no tengo novio y de la nueva ley del divorcio o algo, lo extraño es que no me haya preguntado hoy. Tengo claro que igual que se sale del armario de vez en cuando salta una zorra, siempre las ha habido y las habrá y la mujer del kioskero es una más y vivimos en madrid, no pasa nada.

Hoy no me apetece escribir aunque esta noche he quedado pero solo es una visita, pienso que habrá poca cosa. Eso sí, estreno parada de metro, no lo conozco, Valdeacederas, pegadito ya con la plaza de castilla. Sinceramente: estoy triste, sí, qué pasa, voy a la calle Bravo Murillo que he leído por simple curiosidad que es un ilustre extremeño y me he acordado del ciego que me contaba esas cositas y me han dado ganas de verle y me pongo triste porque estoy completamente segura que él no puede decir lo mismo. Puta mierda, lo zorra que soy y con estos pensamientos pero es que es el último polvo así realmente decente que merece algo la pena recordar, y el beber y el follar son dos cosas muy importantes.

martes, 5 de febrero de 2008

Para eso están los despachos

He estado de nuevo en el barrio de Arturo Soria, cerquita de la estación de metro, todo facilito. Más difícil me es precisar si donde estuve se trataba de una empresa o es casa o las dos cosas, no sabría decir, lo que está claro es que yo he ido allí a trabajar y para eso y para más están los despachos.

Ya a estas alturas de la vida cualquier reprimido tiene orla universitaria de esas enmarcada presidiendo despacho para que se vea bien ahí en lo alto de su cabeza, le busqué entre las fotos pero no le encontré y él mientras me explicaba y se balanceaba en su sillón de -entiendo- cuero negro. Qué necesidad tendré yo de saber los pormenores de su vida en la situación que estábamos, ninguna, pero él iba alternando explicaciones. También se limpia el polvo de un curso de recursos humanos yo no sé dónde y otro de contabilidad y finanzas. Y al hablar ponía en posición las manos como Zapatero y no se por qué con el dedo índice se repasaba una ceja y después la otra y hacía mientras como una pausa. Un tío raro de cojones, vaya.

Y del rey que no es otro que el juan carlos también tenía allí un souvenir en una estantería y con dedicatoria y todo, imagino que dándole las gracias por coleccionar sus billetes o yo no sé. En ese tipo de despachos siempre se aburre una y no tiene dónde poner los ojos. Los suyos, mientras, en mi escote y en mis labios que no dejo de morderme porque yo no sé por qué al verlo todo tan apagado, tan marrón y tan así me entran ganas de fumarme un cigarro.

Me dice cosas que ya no vienen a ser nada de tan escuchadas y prosigue sus explicaciones con los brazos en plan cortes generales ahora disueltas. Todo lo que me rodeaba no lo había conseguido él, era de esperar, pero me contaba que tenía proyectos. También tenía fantasías y dinero y por dinero yo me quito el jersey, me saco el sujetador según me pide y me acerco para que él mismo proceda a bajarme el tanguita. Al momento le dejo que me penetre, yo encima de él, en su sillón de -espero- cuero negro. Aprobé primero la marca de condones que extrajo de un cajón de su mesa, no quisiera que este tipo me contagiase alguna porquería, me aburre su escrupulosidad. Se corrió babeándome el cuello y me extendió acto seguido una cajita de clínex que tenía a mano.

Mientras nos vestimos y nos colocamos de entrevista laboral pienso en la simpleza del polvo que acabamos de echar y a su vez puedo echar otra ojeada al despacho, diez o doce árboles allí hechos estantes, la bandera de este país que es espanya ondeando con un soldadito que la porta y estas y otras cosas igual de serias me hacen entonces consciente de que posiblemente fuera estuviese oscureciendo ya y que comenzaría a hacer frío y madrid es feo y quizá lloviese y desde ahí desde ese despacho donde me encontraba no se oía una mierda del exterior y pensé que todo aquello parecía sacado de un puto anuncio de gas natural.

lunes, 4 de febrero de 2008

De archivo

aclaración nº 7
Nunca jamás, antes, había estado en Salamanca, estuve allí este fin de semana y no creo que vuelva más. Acompañaba a un tipo raro a la boda de su hermano. Se llama Jose y no quiero volver a verlo, se pone muy tonto cuando bebe y en las bodas otra cosa no pero beber se bebe. Y empeñado antes de que llegásemos en que me llamase Lucía y ahí discutiendo hasta que ya se puso muy pesado y le dije directamente que no me jodiera que ese nombre suena a mariluz y no puedo con él, no me gusta nada. A continuación y que para cambiarme de idea cambió el mp3 del casette del coche y colocó a Joan Manuel Serrat. Pero me presenté allí llamándome Clara.

Como el precio quedó bien cerrado no tenía prisa ninguna de nada y me pasé la mañana de ayer recorriendo callejones y a todo esto se le añade mucho frío, algo de hambre y Jose de acompañante con la botella de pacharán en la mano.

La fachada de la universidad es un puto jeroglífico aunque parece que en este país que es espanya sólo han estudiado ellos. No he visto tuna ninguna y de mirar los retratos en cada columna de los arcos de la plaza mayor cogí auténtico dolor de cuello. Al Tormes lo tapaba la niebla del frío que hacía en la calle y los jardines del calixto y la melibea son como la huerta de mi abuelo. Bah, para conchas la mía y la rana no está en la fachada, no, venía conmigo de acompañante.

El de la foto del gugel es ese criminal, sí, le ponen ese condón por lo del 20n o algo de esto, el caso es que me ha hecho gracia. Y llevo sin follar en condiciones once o doce días y esto me crea por momentos cierta ansiedad.

viernes, 1 de febrero de 2008

Ave César, morituri te salutant

De la época del imperio romano se conservan aún importantes recursos o yo no sé cómo decir, y no sé si ellos fueron los precursores o no, ni tengo el ciego a mano para preguntarle, pero yo a esto de la palabra y significado de orgía se lo atribuyo a Julio César y aquella gente, lo relaciono yo por mi cuenta con el pan y circo.

Ayer me hallé claramente en una de ellas o lo que ahora las mentes pensantes que sustentan letras del abecedario de todos vienen a llamar -despedida de soltero-. Los dos con los que primeramente hablé por teléfono me cayeron simpáticos, me decían que nada de bailes o cosas extrañas que no buscaban ese rollo y por eso me habían llamado, y que tenían acordado que tampoco disfraces o numeritos ensayados, querían montárselo con la misma y punto, consistía en media tarde-noche, traté el tema del vodka con Alberto, uno de ellos, y les pareció bien a ambos, me habló que tenían unas setas muy ricas y rechacé cocaína.

Socialmente solteros pero al parecer casados con el desenfreno porque me pregunta cuántas veces podrán follarme o si el precio consiste en horas pues a propósito doy pocas explicaciones en el anuncio y me habla que serán seis y le dejo suficientemente claro entre risas que si alguno de ellos no me gusta que yo me niego, le comento que en la calidad está el hecho de que o bien disfrutamos todos o no disfruta ninguno, aceptan.

Cada vez que voy a Alcobendas encuentro cosas nuevas. Hace poco me enteré que andan con peleas con madrid a ver adónde pertenece la Moraleja y creo que esos cabrones quieren ser madrileños. El metro en esa estación por donde no había pasado nunca desde luego que iba repleto de sudamericanas varias entre niñeras, chachas, cocineras, limpiadoras y alguna doncella o algo que es más in. Internas la mitad de ellas, imagino.

Estos me recogieron en la casa de la cultura, al final del bulewar ese que encontré distinto a otras veces, callejeamos saliendo del centro pero la figura esa gorda de botero sigue siendo igual de fea y gorda por mucho que la llamen menina, y fuimos en coche hasta llegar al dúplex de otro de los amigos. Allí estaban bebiendo y fumando chocolate jugando a la play la cual apagaron a mi llegada. Alberto con quien hablé por teléfono ejerció de anfitrión y me explicó quién era el novio y que me lo tenía que hacer con el novio el primero pues pretendían que no se echase atrás y quizá se negase y blabla. aclaración nº 23. Me tomé en casa ya tres o cuatro copas por animarme y eso y allí acepté de buen grado la siguiente y la otra y la otra.

En cuestión de media hora me dejaron sola con el novio, en la cocina. Diciéndome que estos eran unos cabrones que le habían engañado y no sabía qué hacer pero que eran muy amigos, que tal y que pascual, se me fue acercando, sabía que quería follarme, al momento ya quedamos frente a frente, y yo, más fría que el vodka, por lo que a falta de situación encendí el diálogo preguntándole entonces qué pensaba hacer, que si matarse a pajas toda la noche, me contestó que mejor se la chupara y le dije que no, que mejor nos lo montábamos sobre la mesa y así continuamos discutiendo sitios y finalmente su mano buscó mi entrepierna y separándome el tanga lo que hizo fue meterme la lengua hasta el esófago llevándome a empujones contra la pared y ya allí me penetró.

A la novia debía gustarle también así porque en esta postura sabía manejarse y mientras continuaba embistiéndome se abrió la puerta y aparece ahí Alberto, el novio le pide que se largue que ahora salimos y este permanece inmóvil, en calconcillos, y el novio que de espaldas le siente que sigue allí y comienza a follarme con más fuerza y le repite que se largue mientras no deja de empujar y de pronto, siguiendo estático, le oimos decir

-no, tronco, que el Peter la ha palmado-

El novio (que fue desacelerando el ritmo) y yo (con su polla dentro) le miramos y estaba blanco como la pared. Y el novio se cagó en dios subiéndose los pantalones como pudo y los tres salimos al salón y allí estaba una rubia que entiendo se lo hacía con uno de ellos ya que aquel seguía desnudo con la cabeza metida entre los brazos, otro lamentándose en el sofá, y un tío muerto, sí, en el suelo y otro hablando por el móvil y todos con cara de circunstancias y un silencio mortal de necesidad y como no me gustan las despedidas digo en alto

-bueno, al menos se ha ido feliz, eso es seguro, estaba empalmado desde antes de palmarla-

Uno de ellos dice que somos todas unas putas, le miro con sorna y no me molesto ni en contestarle, la rubia hace lo propio y se ríe y yo recojo el bolso y mi cazadora y me dispongo a marcharme cuando el Alberto este que tanto habla me dice que dónde voy, que vendrá la policía o lo que sea, que mire cómo están. Los miro y están todos semidesnudos así que ni corta ni perezosa le suelto que ellos me han llamado, iban a ser seis y ahí se quedan los seis, y le hago un guiño a la rubia que dice venirse conmigo y cuando salimos ya por la puerta esta me añade

-oye tía ¿pero tú has cobrado?

Y son cosas como esta las que me devuelven a la puta realidad.


En qué zorreas