lunes, 28 de abril de 2008

>> Pon una puta en tu vida

Ya hacía tiempo atrás que no acudía a trabajar con tan poco ánimo. Y es que anoche poco antes de salir de casa me llamó la Sandra, me cuenta que el dinero que la queda es poco más del que me debe y que no aguanta más, que se viene a Madridpara que yo la sobreponga y yo no puedo decirla que no, no puedo, me da lástima aparte que la Sandra es lo único que permanece en mi vida, de siempre. Pero menuda mierda.

Yo tengo dispuesta mi casa porque es mía a mi forma y en ella vivimos yo y mi ritmo y si está ella tiene sus propios horarios y me desmantela mi vivir, me ha recordado nuestro último trabajo juntas y que nos fue muy bien y todo eso, cosa que ni recordaba aunque es cierto y el caso es que me enreda y me enreda y se viene mañana lunes a mediodía.

La mujer ya de por sí es complicada, ya hablé de esto el otro día, y para vivir eso me basta y me sobra conmigo misma aunque también tengo presente que por ser ella como es, probablemente no se quede conmigo mucho tiempo, se engancha rápido en cuanto la regalan los oídos y por eso vive como vive. En cualquier caso lo que he pensado es en presentarle al Julio a ver si se enamoran o algo y me dejan en paz.

Acudí a la cita con el abogado este en su despacho, la oficina la tiene ahí en Cuatro Caminos, fui en metro, a quince metros bajo tierra por lo menos, una profundidad que asusta, todo fue bien pero no me apetecía una mierda ni tan siquiera sonreir, tenía la cabeza que me estallaba pero nunca rechazo un par de horas. Tampoco el vodka que me sirvió al acomodarme, y me alargó un marlboro y me resumió sus préstamos hipotecarios.

Estuve plana, cordial y poco más, no conseguí ni mucho menos calentarme, quería algo sencillo, que le montase sin apenas moverse del asiento, cogió cierta fijación en uno de mis pechos y no dejaba de estrujarlo pero yo me quedé igual que estaba excepto por el dinero. Todos los despachos son parecidos y creo que todos los que se lo montan en su despacho son igual de escrupulosos y de insustanciales, tienen la gracia en los libros de cuentas.

No se me va de la cabeza el giro que puede tomar ahora mi día a día, con Sandra metida en mi casa, con sus cosas con las mías, no tengo ánimo, no sé, espero que también esto sea efecto del hachís y poco más, también me apetece verla.


viernes, 25 de abril de 2008

>> Caballo prieto azabache

Llevo ya creo que son dos o tres días cachonda perdida por la casa, por la calle, por el metro y por el autobús y hay un problema: Marcelo está fuera de madrid. Con Vicente el del bar de abajo no he tenido estos pensamientos, por ej., es que son cosas irremediables pero sí me apetecía con el chaval que despacha en el metro que ahora no recuerdo cómo se llama y a la vez que me hablaba yo le estaba sacando la ropa allí frente a la estantería sin que se diese cuenta o también en la misma cita porque yo iba a trabajar.

Cuando un@ tiene ganas de follar es como que desprende lo que sea que tampoco recuerdo el nombre todo ahí hormonal y se extiende a tu paso de forma que cuando te corres yendo en esas condiciones resulta espléndido. Bueno, esto lo saben los chinos y era lo que yo llevaba por la calle, se me salían las ganas del cuerpo.

A él que se llama Ignacio y vive en Francisco Gervás le bastaron unos cinco minutos para percatarse de ello, me valió con un cruce de piernas. Era uno de estos medio guapo, serio de esto que no sabes si está triste o mosqueado, hablamos poco. Me sirvió una copa, tenía vodka y unos vasos muy curiosos que yo no había visto nunca. Tenía calor y me saqué la cazadora. Él se dispuso a quitarse el traje mientras me contaba que en cuatro horas cogía un vuelo a París.

Me gustaba más lo que contaba de cintura para abajo, se me acercó presentándome su fimosis sugiriendo que me incorporara, me quería sentada en la mesa, él mismo terminó de desnudarme. Me pidió que me recogiese el pelo y procedí a ello mientras él probaba a dos dedos la entrada de mi vagina, me mordí el labio y me llevó los dedos a mi boca mientras me observaba.

-ven- fue todo lo que dijo acercándome al borde de la mesa

volvió a probar mi humedad y siguiendo sentada en la mesa me penetró tras rozar su glande conmigo y se movió en un principio muy lento y muy suave acomodándose entre exclamaciones y me gustaba. Conforme se fue deslizando en mi interior me indicó que yo estaba ardiendo y lo dijo como sorprendido, nos miramos a los ojos y esto le hizo primeramente frenar y después comenzar a darme con más ímpetu y me seguía gustando.

Después el segundo servicio en la cama fue igualmente bueno, no me gustó que en mitad del acto insistiera en amarrarme las muñecas por encima de mi cabeza, no me daba la gana, yo tenía ganas de tocar, volvió a insistir diciéndome de no muy buenas maneras que él lo quería así. Y a mi que me daba igual lo que él quisiera porque era una visita a domicilio y eso va como a mi se me antoje y no le hacía caso y parecía sobreponerle el discutir y lo acabé disfrutando, la verdad es que sí.

Al volver conocí al Oscar que folla rápido y medio mal, aún no se maneja pero es simpático y todo ojos, algo ha debido ver en la vida. Yo salí del metro en mi parada, a la vuelta, y me metí en el primer bar a comprar tabaco. Pido cambio en la barra y me rio porque el chavalín que me atiende se ha confundido en las vueltas y me da lástima, se lo hago saber y mientras yo estoy en ello el Oscar este, algo más allá, se quita el marca de encima y me dice

-contigo da gusto ¿no?-

le miro y me gusta, le pongo y lo sé, vuelvo a reirme esta vez con él,

-sí, bueno, eso dicen- y me giro a la máquina de tabaco, meto las monedas,

-si fuera máquina ahora te daba dos paquetes-

cojo el fortuna divertida y me vuelvo hacia él

-¿qué dices de paquetes? ¿cuánto das por echar un polvo conmigo?

En un primer momento no se lo cree, me mira y seguidamente mira la puerta repasándose la lengua por su labio inferior y yo le explico las condiciones que hay y todo esto ante el asombro del chavalín que ahí aprendió conmigo más que matemáticas.

No le había dado tiempo a cerrar la puerta del baño cuando ya le tenía pegado a mi espalda, rodeándome la cintura besando mi cuello. Bajó la tapa del wc y se sentó en ella y me invitó a que hiciera lo propio en su rodilla. Mientras me desabrochaba los botones del pichi me preguntó si podía besarme.

Tal y como apuntaba se encontraba ya empalmado, insistía en que le agarrara la polla y lo comprobara, esto le hacía acelerarse y en cuestión de un par de minutos tenía ya el dinero dentro del bolso y su mano ya abajo, buscando la entrada de mi vagina. En eso estábamos cuando le sonó el móvil por primera vez, wind of change o como se escriba, de los scorpions, que no sé lo que dice la canción ni me interesa pero que es una maravilla.

Me indica sin sacar el móvil de la chaqueta que no va a cogerlo mientras lo que coge es mi pierna la cual encaja rodeando las suyas y entonces me besa de nuevo y el estribillo de la canción me lleva a una década atrás, a poco de llegar a madrid y me vi allí en la estación de atocha con mi pelo negro azabache y con ese aire que yo llevaba entonces que le iba gritando a las vías que yo venía para quedarme.

La canción terminó dando paso a un silencio extraño en el que solo se apreciaba el sonido de los besos de este, regulares, no quiso entrarme sin más por lo que me pidió incorporarnos y una vez de pie me agarró la mandíbula y me espetó que quería hacérmelo mirándome a la cara para que no se le olvidase. Yo por mi parte cerré mis ojos y de nuevo me vi allí en la estación de atocha y de nuevo mi pelo negro azabache y mis ganas de comer madrid. Por cierto, esta tarde me acerco de nuevo a repasarme las mechas, le he cogido el gusto al rojo.


miércoles, 23 de abril de 2008

>> Edad del pavo

Qué fuerte, me he tirado al padre de la Cristina. A mi me da igual pero no deja de ser algo curioso, él no me conoce pero yo harta estaba de verle en fotos y desde que me recogió en el metro de Quevedo hasta llegar al hotel fui dándole vueltas en la cabeza al por qué su cara me resultaba conocida. Al entrar al hall atiende una llamada del móvil y salgo de dudas al citar su apellido,

-Armando ..., soy yo, dígame-

Aclaración nº 13 y aclaración nº 16. Me suma veinte años, se puso a tener críos cuando aún era un chaval. Sí que me menciona de camino no sé por qué el hecho de que está casado y tiene hijos, sé que tiene seis pero esto no lo menciona, no debe sentirse muy orgulloso. Cristina y yo no puede decirse que fuésemos amigas pero se sentaba a mi lado hasta 2º de bup y allí se quedó repitiendo. El que volviese en estas condiciones a mi vida me hizo sentirme algo extraña.

Desde que tengo memoria, siempre, he tenido mejor relación con ellos que con ellas, me siento más cómoda, de hecho las he tenido alrededor, sí, pero nunca jamás me he fiado de ninguna. La mujer muchas veces entra en la dinámica del hablar por hablar, del decir por decir, del contradecir por contradecir y del joder por joder. Es así y yo bastante tengo con pensar en lo mío para tener que pensar en lo/s demás, no me entiendo con ellas.

Este encuentro me hizo rememorar aquella época en la que me cansé de estar con un idiota y agradezco que por entonces en este país que es espanya no circulasen los móviles porque ese como era idiota me dejaba en el parque pongamos a las ocho y a las ocho y veinte llamaba de nuevo a mi casa atosigándome y todo porque se pensaba que mis tetas eran suyas. El caso es que me cansé y dejamos de vernos aunque no fue ni novio siquiera pero no dejó de seguirme y la Cristina esta se encargó de comentarle que yo ya tenía a otro, todo ello con el propósito de follarse al idiota y se lo hicieron, sí, se lo montaron justo la noche antes de la mañana en la que la oí decir que el idiota era un amor y que estaban muy bien juntos, me llamó él a casa para contármelo por anticipado, le dije que me parecía estupendo y esto le puso furioso y lo típico, me reprochaba que ya lo había olvidado y no se qué, bah, tonterías.

Recuerdo haberla tachado más de una vez de hija de puta por irse de la lengua, qué ironía y allí me encontraba, en la segunda planta de un hotel, con su padre bajándome la cremallera de un vestido que si lo ve la Cristina se lo compra igual pero en rojo. ¿A partir de qué edad te dejan de crecer las tetas? no lo sé, pero la Cristina las tenía más grandes que yo aunque a su padre le gusten tanto las mías.

Lo que es una falta de respeto es hablar mal de una amiga sin razón y por la espalda para conseguir tus propósitos y justo porque quieres que se la vea como te ves tú, rechazada, así que a la Cristina con todo mi cariño le deseo si sigue viva que sus orgasmos sean hereditarios porque a su padre se le ve encantado con los suyos y yo no me meto con nadie, yo estoy trabajando.


domingo, 20 de abril de 2008

>> bastant decent


aclaración nº 7 Este fin de semana me dio la gana y me presenté en Barcelona sin avisar. Hacía ya más de dos años que no estaba yo por allí, todo está en su sitio. Recuerdo la última vez que estuve que fui acompañada y entonces conocí el Tibidabo que no había llegado yo a subir y también entonces estuve viendo al Barça contra el Villareal, un golito por cortesía de Iniesta eclipsado por otro de vaselina de Ronaldinho. El gol de Andrés fue la hostia. aclaración 5 - 3ª.

Del médico y sus gafas no he vuelto a tener noticia así que esta vez me pagué la entrada para ver el partit. Y siempre, siempre lo veo desde la misma perspectiva, en uno de los fondos tras la portería, arriba, pero esta vez no vi goles. Anduve primero dando una vuelta por un barrio que yo no sé cómo se llama que hay un edificio de la Caixa y luego otro y es una avenida super gigante y también está el Corte Inglés por allí creo y no se qué. Y luego por no perder la costumbre estuve comiendo algo y tomándome una copa en el sitio ese que tienen un coche dentro, en la plaça catalunya.

A los mimos de la rambla los podrían cambiar, ya he visto a Dalí y al de la bicicleta un par de veces. Continué el sábado abajo en el maremagnum y algo pasa que yo no me entero, allí solo salen giris o yo no sé pero no había ni dios siendo ya bien tarde.

Me invitaron a un par de chupitos en uno de los locales, un tal Oscar, muy simpático y muy así, maricón perdido, me estuvo hablando de el bosc de les fades que también conozco y dijo la palabra divino lo menos cuatro veces y que esa noche se pondría bien una discoteca de allá abajo donde la torre de mapfre, con eso de que yo vivo en madrid me explicaba los sitios en plan turista y me hacía gracia. Estuve después hablando con unos alemanes no sé el qué pero con ellos me fui a otro sitio.

Me fui con ellos en un coche no sé tampoco por qué aparte de darme de fumar y después de un rato intentando aparcar entramos en una especie de nave, una taberna gigante, con mesas como barras, todo de madera, yo que sé, como en las galias, la música de asuranceturix o parecido y de nombre La oveja negra, un sitio simpático, como los alemanes, bebimos sangría hasta perder la cuenta de las jarras y uno de ellos me hacía reir porque resulta que ocho en alemán se pronuncia como quien coge impulso para escupir, me pensé que era mentira pero no. Una gente muy agradable.

Pretendían cambiar de barrio y seguir bebiendo y uno de ellos insistía en que les acompañase, yo tenía pensado volverme ya al hotel para fumarme hoy domingo antes de volar a madrid la marihuana de estreno que recogí de nuevo en Leganés, pretendía fumarme como otras veces en los jardines del parc güell pero decidí irme con ellos puesto que casualmente este compartía mi mismo hotel y prometió que en un par de horas nos íbamos. Todo esto me lo tradujo el erasmus del grupo, feo como él solo.

En el mismo coche de antes bajamos a la playa de nuevo, entramos en una discoteca cuyo nombre no sé cómo es aunque me recuerdo leyendo el cartel y la monería que te daban en el vaso de estilo yanqui y también mostrándome simpática con el portero. Los tres alemanes estos no me dejaron pagar ni una sola ronda y yo encantada, había muchísimos ingleses también en la sala. Sostenían aquel desfase puesto que el que se hacía llamar Jhon, compañero de hotel, llevaba unos cuantos gramos encima, y sí, qué pasa, me puse un par de veces yo también, una de ellas antes de bajar del coche. aclaración nº 6.

El hombrecito este que salió de allí conmigo tras repartir besos a media alemania iba medio cortado, no hablaba una mierda de castellano, me dijo al menos tres veces

-cómo estás-

y yo le miraba con cara de cachondeo porque era incomprensible con semejante tono de voz saber si lo que decía era ¿cómo estás? o ¡cómo estás! que no es lo mismo ni parecido. Me cayó simpático también porque me llevaba como si yo fuese una escultura ahí, a lo frágil o así y me era gracioso, no tengo ni idea de lo que me dijo o si hablamos siquiera.

Sé que llegamos al hotel y entiendo que daríamos las bona nit al entrar o no sé y sé que me desnudé y todo me daba vueltas y que cerré los ojos porque luego recuerdo abrirlos porque llamaban a la puerta. Me levanté a abrir como estaba, desnuda, sin saber si estaba en Barcelona o en Pinto y abrí y ahí estaba de nuevo el estás bien que me balbuceaba en el idioma universal y distingo que dice algo de laporta y me da la risa y el alemán se desespera y se tapa la cara con el brazo en el marco de la puerta y entonces fui consciente que se había quedado tirado en otro país y que yo estoy en pelotas y no me aguantaba la risa de nuevo pero le hice pasar.

En inglés nos entendimos y como yo estaba reventada y le presupuse acojonado le indiqué que durmiera dejándole un lado de la cama. Ya cerca de las ocho me desperté y allí le tenía, al lado, observándome, le descubrí entonces que tenía una chispa verde en los ojos pero lo que pensé no sabía decirlo y que me entendiese, probé en castellano y nada, en catalán y tampoco, sonreí, me coloqué a su par y llevándome el índice a sus labios primeramente lo besó y a continuación comenzó a chuparlo y en menos de un minuto constatamos que así sí que nos íbamos a entender



jueves, 17 de abril de 2008

>> La chica de la curva

Si de algo estoy segura es que a no ser que yo me caiga por la terraza o que me envenene la vecina del 2A, algo así rápido y eficaz, de no sucederme algo así es seguro que Héctor se muere antes que yo. Me ha estado hablando del dinero que ha juntado en vida y del que no sé si me tocará gran parte, de eso no suelta prenda.

Está blanco y no por falta de sol sino por falta de futuro, no sé, no nos veíamos desde hace ya dos meses o así y parece que han pasado doce años, sigue con sus fetichismos y sus cositas y me parece bien que le guste lo que sea pero eso de jugar con los muertos ya es algo más bien jodido.

Me habla de la ley de dependencia elaborada por Astérix y da gracias a un cielo que no le espera, agradece llevar años ya pagando un plan de pensiones con caja madrid y a pesar de hablarme y contarme de todo esto y ser la situación que es y estar como está -postrado- y con cansancio de no hacer ni poder hacer nada, sabiendo como sabe que ya no pinta nada aquí por mucho que se empeñe en jugar al tute, él sigue y seguirá metido de lleno en el sistema que le va a matar antes de tiempo.

Esto es algo que no deja de asombrarme y todo ello junto o lo que es lo mismo, la situación por sí misma provoca en mi a la vez que una vocación absurda de enfermera, una porción más de antisociabilidad ya que llego a la conclusión que la mediocridad de algunos hace feliz a otros tantos.

Hace no mucho M.P. me hablaba, me preguntaba más bien acerca del por qué no me defino en mi propósito o en lo que busco yo en este tipo de encuentros, me indicaba que aproximadamente relato todo menos esto y él mismo se contestaba: quizá yo no quiera hablar de ello.

Bien, le contesté que muchas son las veces en las que no busco nada de nada y esto es cierto pero a su vez él tenía razón porque si en ocasiones me pusiera a contar los motivos de algunas de las cosas que hago llegaría a conclusiones que prefiero no tenerlas presentes, y uno de estos casos fue el reencuentro con Héctor y casi que prefiero no hablar más de la cita y no tener que explicar que he vuelto a chupársela y todo eso, aunque no se la he chupado yo, se lo hacía Belén y pudiera ser lo mismo aunque no lo es. aclaración nº 17.


miércoles, 16 de abril de 2008

>> Aclaremos

tras obras de rehabilitación y mejora

he aquí el comienzo del nuevo testamento de la era clariana
[ clari, clare, aclar.a.e. ]
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Por lo demás hoy no tengo gana ninguna de escribir nada; en un futuro cercano, osea mañana, voy a verme con el Héctor pero el caso es que en un futuro medio, osea en mayo, voy a verme con un lector que me apetece por lo que ahora mismo no sé pero hay probabilidades de remodelar posteriormente la aclaración nº 11 que ya no estaría tan clara.
Tiempo al tiempo.

lunes, 14 de abril de 2008

>> No te acostarás...


aclaración nº 7 completa. Esto es un cachondeo, no sé como escribirlo, es que supe de unas cosas que yo no salgo de mi asombro, me refiero a mi cercanía con dios. Ahora resulta que la leche de marca carrefour es la misma leche que central lechera asturiana, también que la cerveza mahou es no sé cual otra que no me importa porque no me gusta la cerveza, que hay gasolineras que son franquicias y otras que son como de barrio, que hay una cosa que lo simboliza un pingüino que es un sofware libre que se llama Linux y lo han inventado en Extremadura y que es de puta madre, si por algo aquella gente descubrió América.
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Víctor, que dice ser de Cáceres es un tipo de semblante serio, muy formal, con su vida detrás de unas gafas y con sus ojos verde clarito. Quedamos en su hotel, justo en la Avda. de América, estará en Madrid solo unos días y después se marchará a Roma por asuntos de trabajo, está tratando una herencia y uno de los beneficiarios de la muerte es cardenal en el Vaticano, de ahí que me apeteciese tanto ilustrar este tema con su foto.
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Los cardenales, me dice, son los legítimos para elegir el papabuelo siguiente aunque no me es sorprendente, siempre que hay dios de por medio hay ocho mil jerarquías que si decanos, presbíteros, monaguillos, obispos, arzobispos, presidentes y vicepresidentes de arzobispados, arzobispofobias varias y arzobispofóbicos: los que dan las hostias y los que las reciben.
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En fin, que con alguien tan ilustrado y que habla tan suave a mi me va descubriendo mundos y me cuenta cosas como que libros como El código da vinci acaban beneficiando a la propia iglesia y me recuerda la barbaridad de millones que tenía la iglesia católica y romana invertidos en la ruina en Gescartera y me dice que en Cáceres en su montaña tienen allí instalado un cristo como aquel que nos abraza desde lo alto en Río de Janeiro, pues igual, pero más pequeño aunque igualmente gigantesco y cuando ya me está hablando de maría magdalena que ya viene a ser como el cuento de la lechera y no se qué soy consciente de mi encantamiento y ya se permite tocarme y me acaricia la espalda.
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Un rato antes me permitió servirme del minibar, por lo que apuro mi botellita y le correspondo comenzando a desabrocharle los botones de la camisa, no tiene prisa, deja al aire mi pecho y lo reaviva a base de tacto, se quita las gafas dejándolas colocaditas en la mesita y se echa sobre mí diciéndome al oído que si no me da lástima que se vea allí rodeado de sotanas.
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A mi lo que me da lástima aunque no se lo dije es que alguien que se supone debiera hacer voto de pobreza tenga como abogado a un putero que muy conquistador como extremeño que es y muy así pero no se ha dado cuenta que no soy boba; me gusta su tono de voz y su mesura pero que no me creo nada, que él se ríe de dios porque le gustan las putas y mis tetas pero que no soy inculta por no conocer universidad, que sé quién es el Jose María Escrivá ese que lleva en la cartera, que él no conquista, que es todo ambición, un cabrón más en la lucha por la causa de uno al que crucifican todos los años. Bah.
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Tiene estudios y cuando se cansa de metérmela en la posición que estamos me gira y recorriéndome el culo me pide hacérmelo por detrás, me niego porque sí y esto le hace reir, se sorprende,
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-sabes lo que quieres-
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-y lo que no quiero, también-
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Me juega de todos modos con su dedo corazón pretendiendo convencerme mientras me mantengo observándole, me pone cara de padrenuestro y de nuevo me niego y esto parece excitarle más, se frota la punta de la polla en mi ombligo y me pide colocarme,
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-está bien, ven, quiero que te sientes encima mío, quiero correrme viéndote desde abajo, con mi polla bien caliente adentro, ven-
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Así hago y cuando la tiene dentro se incorpora cogiéndome las tetas y me pregunta de nuevo suave por qué no me dejo por detrás y me cuenta que seguro que me va a gustar, me lo pide una vez más y comienza a olvidarlo porque a mi me va bien así y empiezo a moverme despacio de forma que su polla se desliza en mi interior con facilidad y le gusta y me coge el culo y me dice que siga y con sus manos apretándome el culo me obliga a mantenerme erguida y sigue empujando y tengo su polla debajo totalmente recta y mi culo golpeando sus pelotas y al momento amenaza con correrse y eso hace y como ya he cobrado lo que tarda él en dormirse tardo yo en salir de la habitación, cuestión de minutos, me entró como un rollo raro y me puse a imaginar que pudiera ser que se levantase a rezar o algo y me dió mal rollo.


viernes, 11 de abril de 2008

>> Seres inertes y Seres animados

He sabido que en el programa de tv ese de -¿qué te llevarías a una isla desierta?-, -la mochila-, -pues cógela y vamonos y si ganas te damos no se cuántos millones (de pesetas)-. Bien, he sabido que este año (ya no sé si habrá islas desiertas) ha ganado el concurso Lucía Lapiedra, sí, sí, sí, la chica rubia esta, sí.

Aunque ella no lo sepa nos conocemos, coincidimos hace unos años atrás en una fiesta privada en Barcelona, allí me encontraba cuando pasó (Lapiedra) y mi entonces acompañante a mí y a otra compañera nos dijo

-esa que va allí, la de las tetas, es Lucía Lapiedra-

y a mí, qué quieres que te diga (léase como una forma de hablar) es como si hubiera pasado por allí Pedro Piqueras, pues igual, con el mismo ímpetu lo recibí, no me alteré lo más mínimo.

Ahora y que tiene un hijo y me alegro por ella pero eso a su vez me hizo pensar en que jamás sería lo zorra que soy si pudiese quedarme embarazada. Que no es que yo esté en contra del aborto, que por mi puede abortar cada uno lo que quiera si no que siendo tan zorra vete a saber lo que llevas metido en el cuerpo de quién es y quién lo ha puesto dónde y cuándo y aunque no llegue ni a feto tiene que ser de lo más desagradable.

Se llama ahora Miriam y es maja, sabía que la podría volver a ver en el 20min y allí estaba, anduve leyendo y la preguntan algo parecido a cómo se va a desertar allí siendo madre y teniendo esas tetas para darle el pecho (una pregunta sagaz por otro lado) y a lo que contesta de lo más chula más o menos así

-soy, como muchas, no una puta si no una madre más de tantas, independiente y trabajadora y que ahora se acaba de embolsillar en el canalillo no se cuántos millones y dispongo de todo el tiempo del mundo para darle el pecho al niño y al padre y para venir a echar la mañana aquí contigo-

Me ha caído simpática y como dijo otro simpático bajo un sol lisboeta, que quede claro: no es ni mi hermana ni mi prima ni mi cuñada. Tampoco nos hemos metido juntas nada, ni un triste chicle pero ha tenido suerte y yo me alegro no como el desgraciado ese sin dientes que ha estado cuatrocientos no se cuántos días (en pesetas y en euros) de más en la cárcel, sin tener que estar. Y ese es uno de esos que le dices -firma aquí- y te firma porque no sabe ni leer ni escribir ni cómo conseguir más metadona.

Mañana será ya otro día y será momento de tratar acerca de cosas más profundas: quizá he estado más cerca de dios que nunca, ayer trabajé. Ahora no quiero escribirlo porque no me apetece hablar de ninguna virgen aunque en aquel mismo viaje a Barcelona conocí la montaña de Montserrat que la tienen allí a la virgen debajo de piedras, pero no joder, no quiero escribirlo hoy porque estoy buscando una imagen en el gugel que lo acompañe, cuando la tenga ya sea mañana o pasado dios dirá.

Qué rica está la marihuana que fumo, esto no es normal, aclaración nº 12, me permuto -que no sé lo que es del verbo permutar- con las palabras, es algo extraordinario y también me gusta cómo sabe, que no se me olvide que esta vino de San Blas.


miércoles, 9 de abril de 2008

>> Por la boca muere el pez

Hacía ya mucho tiempo que no comía marisco y ayer estuve en los alrededores de Plaza Castilla comiendo una mariscada estupenda. Atendíamos allí a la prejubilación de un compañero de trabajo de Marcos, que es asesor de no sé qué, lo único que yo debía memorizar es que él me hacía también a mi la declaración de la renta.

Todos encantados conmigo que estaban deseando conocerme y a otro de los acompañantes también, este con unos ojos zapateros azules que daba gusto verle y toda la mesa le miraba. Su pareja era la secretaria de turno que no cobrará nunca los dos mil euros que seguramente cobrará Marcos de sobra para pagarme a mi mariscadas. Me pregunté durante toda la comida qué verá con esos ojos, realmente un azul magnífico.

Con el que pasa a la tercera edad apenas traté, no supe de qué hablarle y me entretuve entre los problemas con el rizador de la rubia de mi lado y la mano de Marcos subiendo por mi pierna izquierda. Cuando se empieza a animar la cosa ya quedamos solo ocho, cada cual con su pareja y a mi me pinta en copas y pido que me hagan llegar otro vodka mientras apruebo junto a la rubia que nos vayamos a una sala que no queda lejos a tomar unas copas.

Mientras nos vamos incorporando para marcharnos y demás Marcos me dice al oído mordiéndome el lóbulo de la oreja que si quiero ponerme un tiro el que está a su lado -hijo de jefe- tiene y va a hacer unas rayas, que ahora se van para el baño y me la dejan hecha. aclaración 6 - 2ª. Allí sigue cuando paso a recogerla pero el menda cuando regreso a la mesa se está quejando seguidamente a Marcos porque quien sea pasó primero y le tiró la que tenía preparada y ambos miran al abuelo que se come con los ojos las tetas de la rubia pero los suyos no son como los azules de este otro que se me acerca ahi para pedirme fuego y darme por vez primera conversación en toda la tarde.

Llegamos enseguida y Marcos sin separarse de mi ni un instante me hace pasar primeramente a los baños y allí me paga mientras me aprieta contra él y me dice que no nos iremos de ese sitio sin echar un polvo pero que antes quiere salir y tomarnos unas copas con los demás, que le tengo cachondo perdido sin haberle hecho aún nada pero que eso es así desde que me observó trabajando una cigala.

Salimos de los baños y nos incorporamos al resto aunque no pasan ni cinco minutos y le tengo de nuevo comiéndome la oreja, esta vez preguntándome cómo tengo pensado que lo hagamos y dónde va a ser. Estuvimos un rato ahí enredando porque yo pretendía beber más y gratis y él me iba contando tonterías con tal de tocarme, me preguntó cosas como que si me había fijado en que la administrativo novia de esos ojos tenía cara de pecera y también que cuántas gambas me había comido y revisándome una vez más me vino con la cantinela de que en el anuncio de mastercard tenía que salir yo antes que la tarjeta porque entonces el anuncio quedaría más claro y que yo soy Clara y él es Marcos y yo no sé qué tonterías más pero que en cuestión de minutos y otra copa me arrastró hasta los baños de nuevo.

Al llegar no sé quién de los dos tendría más ganas de follar pero yo en unos segundos tenía ya el tanga en los tobillos y él en otros dos ya se la había sacado y ya había tomado asiento invitándome a hacer lo propio encima suyo. Y me recibió con ansia y me la metió en un suspiro y le monté justo como pretendía, teniéndole acorralado prácticamente impidiéndole moverse. Y le gustaba y a mi también y se limitó a jadearme a la vez que me mordía el cuello y a taparme la boca en un intento de escuchar porque la que había entrado al baño era una compañera suya que hablaba con otra de cuando llegase a casa y se quitase el maquillaje.

La situación en la que nos encontrábamos encerrados en uno de los baños con sus compañeras conversando fuera pareció darle mucho morbo y comenzó a acelerar el ritmo siguiendo tapando mi boca porque me daba la risa y cuanto más quería yo reirme más cara de mosqueo me ponía y más fuerte me empujaba. Al rato él ya se había corrido y a mi se me había quitado la risa: le olía la mano a pescado, a marisco.

Vine ya tarde pero el día resultó de lo más productivo, llegué derecha a la cama. He hablado con Héctor hace un rato, que como estamos ya en abril quiere verme, he quedado en pasarme a verlo la semana que viene, es probable que esté muy ansioso como el Marcos este que con dos tonterías estaba ya empalmado pero qué suerte, la verdad, porque con una ilusión hacen vida. No me extrañaría, por otra parte, que a este también le gustase su compañera de trabajo, no importa pero eso sí, yo tengo una intuición fuera de toda duda: he de aclararlo.


lunes, 7 de abril de 2008

>> Partiendo de la base de no follar con cualquiera

Ayer estuve en la entrevista pero no me apetece ni escribirlo pues pensé que podría ser interesante o resultar divertido pero no fue de ninguna de estas maneras. Pues bien, estuve ahí por la calle O'Donnell a la altura de Lope de Rueda y por ahí hay unos pisos que pueden pasar por mansiones, un portal con su lámpara y su conserje metido dentro de la garita, todo muy señorial.

Subí al tercero pensando que en la casa estaría el típico feo con bigote y cara de yo voto a rajoy y cuando salí al pasillo me di cuenta que allí todo el tercero es tercero izquierda pero que según quien seas así entras. Si eres regular o chunga como parece ser mi caso entras por la puerta B que le debió dar vergüenza por teléfono decirme que era la de servicio.

Quien salió a recibirme era un chaval de mi edad o así y lo primero que hizo el muy cretino es pedirme disculpas por la puerta por la que entré. Me hace pasar a lo que parece ser un despacho o no sé pero a mi de entrada no me gustan esas formas de yo soy quien así que me mantengo algo hermética y le sigo dentro y tomo asiento. Me repite lo que ya me explicó por teléfono, que quiere someterme a una entrevista y lo que surja.

Y lo que surgió es mi mala hostia, de entrada por la puerta de servicio y no me estaba permitido fumar, lo que podría beber sería ponche, incluso arcadas me dan de recordar la idea y es un hombre muy frío y comenzó a joderme con su discurso y un poco con sus preguntas de por qué no me busco un trabajo bajo sistema de seguridad que llaman social y de ese modo me garantizo una pensión y cosas de estas que me provocan cierta depresión por lo que en un momento dado ya le dije que la única garantía que podíamos tener es la de que no pensaba acostarme con él con semejantes pensamientos.

Me explicó y replicó que su tesis narra la historia antropológica de yo qué sé qué vidas y no. No porque no, yo por mi parte lo tengo claro, aquí que cada uno haga lo que quiera o bien pueda, ayer morirían unos cuantos entre unas cosas y otras y los que vivimos del vicio que nos dejen en paz lo que duremos que para eso estamos y no para ser el más rico del cementerio.

Me habló también de objetividad pero toda su insistencia era hablarme del sistema y ya le dije que yo voté porque me dio la gana pero que yo entro y salgo del sistema cuantas veces quiera y me apetezca, que a mi que no me venga hablando de estadísticas. aclaración nº 14 - 1ª. Porque, un ejemplo, las estadísticas te dicen que si yo eché dos polvos anoche y él ninguno estadísticamente los dos follamos anoche pero eso es mentira, se supone que tocamos a un polvo pero eso, se supone, porque tocar no me tocó ni un pelo, para estadística mi 100% de garantía, ya le dije.

Nada, que es alguien que va de progre y no llega a pardillo, él, con tanto codo en bibliotecas como tiene debería saber que en toda matemática se parte de una base y esa base puede ser clara o difusa y la mía es la que es y punto. De hecho, me vuelvo prácticamente frígida ante gente tan hipócrita y tan estirada como este tipo, me entran ganas de muchas cosas, de todas menos de follármelo, muy triste.

Sé que a pesar de que el sábado lo disfruté bastante me presenté a esta cita con el ego algo tocado, de ahi que no estuviésemos de acuerdo en nada, como que yo también me mantuve muy a la defensiva, no sé. Siempre he hecho lo que me ha dado la gana, me jode que me lleven la contraria y lo que no le solté al guapo se lo escupí a este estirado, esto es así, pero qué más da, el caso es que se folla mucho y mal y a veces es mejor no follar y este era uno de esos casos.

Yo pienso que el sistema este que hay montado tiene a veces unos plenos al quince de la hostia pero por lo demás te jode, al sistema le importas una mierda, ya lo había antes de que llegásemos y nos iremos y a tomar por culo, el sistema seguirá, y que los feos no follen tanto como quisieran pues está mal, forme o no forme parte del sistema, pero eso de que haya guapos que no follen eso no tiene perdón de dios y a la vez se sale de toda estadística. De esto no hablé en la entrevista pero era lo que realmente llevaba yo en mi cabeza.


domingo, 6 de abril de 2008

>> La repolla

[ convendría leer antes En Villaviciosa tenía que ser ]

aclaración nº 7

La polla del año y yo hemos vuelto a degustarnos mutuamente, estaba deseando de nuevo encontrarse conmigo y yo con ella. Este, Eugenio, nos dejó solas prácticamente todo el tiempo, una gozada, he vuelto hace un rato en el metro.

La verdad es que estoy de suerte, podría estar casada y bien casada haciendo hijos por ahí y no, pasó unas horas conmigo. Estuvimos en casa de su madre un buen rato, la mujer pesadísima con que no venda ahora el piso y no se qué, de alli nos fuimos en taxi a su casa y en el camino ya me dijo que me la llevara a la boca.

Yo por ella hago lo que haga falta hacer y así lo hice ante la mirada rara del taxista aunque no sé de qué se extraña, él en mi lugar seguro que haría lo mismo. Nada más entrar al ascensor pulsa el número y pegándose a mi con ella me dice sonriendo que no me imagino las veces que nos piensa ahí a los tres subiendo a su piso, y me cuenta que va y viene a su casa cuatro veces al día y yo me río con ella y pulso de nuevo al bajo para tardar más en llegar.
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El ascensor para nosotras tiene algo que no tiene su casa, puedo verla por dos veces, una en vivo y otra a través del espejo. Desde aquí mi más profundo agradecimiento a Otis Ascensores. Cuando subimos esta vez no la importa que la vean en el descansillo, estaba todo más que pensado, abre al primer intento la puerta con su llave y pasamos. Me quiere contra la pared del pasillo y allí me tiene.
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Juega conmigo muy guarramente al rato en la mesa del salón, no se decide por qué camino entrarme y él por su parte pone interés en participar también y viene un momento con su lengua a acabar de decidirlo, me invita a voltearme y de este modo me deja sola con ella abrazando mesa.
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Ella justamente ahí se siente cómoda y yo la recibo encantada así que las dos tan felices aunque hoy apenas tengo tiempo de pensar en ella, tengo cosas que hacer y algo de prisa, he quedado para mañana a mediodía, me van a pagar por una especie de entrevista o algo así y si nos apetece echamos un polvo, esto no lo hemos cerrado en precio, ahora en un rato me meto en la cama.


jueves, 3 de abril de 2008

>> A la orilla del río

Iban a dar las ocho y veinte cuando se presentó este hombre, Germán, con veinte minutos de retraso, barba de siete días y un acento de Murcia por lo menos, y luego no, dice que es de un pueblo de Badajoz. Un tipo de lo más extraño pero a la vez divertido sin darse cuenta.

Quedamos que me recogía en la esquina del burguer en Virgen del Puerto y bajamos andando un par de calles, me contó algo raro que después no supo explicarme, dijo que esas manzanas de edificios se entregaron todas a militares por yo no sé qué, tardó en hablarme de él como si a mi me importase algo a cuanto de lejos le quede el mercado.

Al llegar a su casa sí me di cuenta que no viven mal por allí, son casas amplias, en la calle todo lo llenó Gallardón de estacionamiento de pago, residentes, y lo pintan de verde para daltónicos y el caso es que no han prendido fuego a las máquinas de recetas ni nada como en Carabanchel por ejemplo, estos pagan y se callan, no sé, un barrio soso pero este hombre tenía su gracia.

Me contó que se habían manifestado en su día una docena de ecologistas frente al paseo de La Riviera para tratar de impedir que talasen los árboles ampliando carriles y opinaba que eran todos ellos unos piojosos, dijo,

-porque si tanto quieren la naturaleza que no coman más que col o se dediquen a hacer montones de estiércol-

Cuando llegamos al portal mientras abre me cuenta que le da mucho morbo follar en su casa, así, de esta manera, que no ha ido a un club en su puta vida en busca de chicas, que tiene un hijo de diecinueve años que se pone de coca hasta los ojos y que él de seguir así toda la vida tal y como vive una tarde de estas se tira por la ventana o cruza los pirineos. A mi me hace reir y al reirme se pone cachondo y en el ascensor me dice burradas de estas sobándome el pecho, respirándome con prisas.

Mientras me va sacando el tanga ya en su cama me está contando su ir y venir, que su mujer se llama Esperanza y que los condones no sabe por qué motivo pero no se los puede colocar y ya le tienen hasta la polla y que es ponerse a hacérselo a la mujer y se le hinchan los huevos de intentarlo y cualquier día lo manda todo a tomar por culo, y nada, barbaridades semejantes todo el rato y yo solamente reir y así.

Cuando termina el misionero y hace un momento que se ha corrido me pregunta pletórico si me ha gustado y sinceramente después de lo que me había reído me dio cierta lástima decirle lo que realmente pienso, que se le va la fuerza por la boca, por lo tanto le dije a todo que sí, no quisiera ser yo el desencadenante que le haga tirarse por la ventana.


martes, 1 de abril de 2008

>> Ver para creer

El ciego , Ernesto, no veía el momento de levantar el teléfono y llamarme, el hijo de puta, ha tardado más de dos semanas. Pero lo ha hecho, y yo también, es decir, he vuelto a follármelo tal como quise. Qué cosas más chulas me cuenta y qué pena que no pueda verse los dientes.

Es un superviviente, dice cosas como "he leído en el 20minutos que", "el otro día el gasóleo más caro que la gasolina ¡pero dónde se ha visto eso!", "yo a los madridistas estos de cuando Onieva y Mijatovic y Suker y esa gente es que no los puedo ver", jajaja, me encanta.

Esta vez yo no sé por qué porque no me acuerdo pero le dio por hablarme de Juana de Arco, de lo que sí me acuerdo es de haberle pedido con insistencia que no parase, quería que me follase más y más fuerte y yo esto no acostumbro a pedirlo. No sé pero es posible que lo que perdió en la vista lo haya ganado en tacto, creo que es ciencia eso de que pierdes un sentido y se agudizan los demás.

Cenamos en el mismo hotel al que me llevó, en Nuevos Ministerios y él se cogió un solomillo que si lo llega a ver no se lo come y yo aunque me dijo que a él eso le daba vergüenza me dio igual y cogí tres postres, uno de ellos gelatina pura, buenísimo. Como no es consciente de las caras que pone al hacerlo, al llegar a la habitación se saca hilo dental y comienza a trabajarse la risa.

Es una habitación estupenda, con vistas a la Castellana, me entretengo imaginando ministros y buscando un ambientador o algo porque allí huele que alimenta y como de todo entiende le pregunto que si a los de la radio sólo se les va a escuchar por qué ponen sus caras en los anuncios de los paneles, y me cuenta que todo entra por los ojos, y me pone de ejemplo que él prefiere ir a un concierto de Shakira antes que a uno de Rosendo.

Como todo lo que cuenta tiene su intermedio y también su complementación yo le escucho y le acompaño y cada vez que me hace reir sabe que mojo por lo que no ve el reloj pero controla los tiempos de puta madre y al constatar que ya me tenía acomodada a su gusto lo suficiente comienza a acariciarme.

Yo no sé pero sin saber dónde está el ombligo me lo besa y me busca después la boca como un borracho y me gusta su fuerza para todo y que me vaya comiendo a mordiscos la axila mientras me está dando. En esas estábamos cuando comienza a desacelerar el ritmo y continúa dándome pero ahora muy suave, más profundo, no retira su cabeza de mi axila, comienza a besármela alternándolo con un pecho, me tiene muy caliente y quiero que me de más fuerte pero ni me ve ni quiere escucharme y sigue en su movimiento consciente de desesperarme.

Cuando ya no sé cómo hacer para que me folle bien me la saca y recostándose me dice que no me enfade que me pongo fea y que ahora haremos lo que yo quiera y que le gusto porque tengo siempre cuatro ojos puestos en el asunto. Yo creo que por lo demás fue todo normal y corriente, quedé en detallarlo mejor a la próxima y creo que ya está hecho.



En qué zorreas