domingo, 29 de junio de 2008

>> Cap a davant i cap a darrere

No sé qué pasa. Con la de hace un rato ya son tres las invitaciones a ir a la expo de Zaragoza, no sé si es que nadie quiere ir o acaso se va a ir allí todo el mundo. A mi en cualquier caso no me gustan esas historias que no se acaban nunca, me alegro por la virgen del pilar yo una mierda, a mi me da igual, de hecho si tengo que ir a imprevistos que sea a un circuito de motociclismo o algo interesante. Yo no estoy para esperar colas, no es broma.

Tengo yo el cuerpo como para irme de exposiciones ahora, vine esta mañana y todavía me duele todo y es que éste que se llama Manel me había dicho que sería salir de madrid el viernes por la tarde y regresar el sábado por la noche pero no, hemos vuelto hoy domingo. Barcelona ya sea verano o invierno, lunes o sábado, yo siempre la encuentro preciosa.

Podríamos estar todavía en Barajas pretendiendo facturar porque este hombre no se entera de nada o no se quiere enterar, se puso muy pesado, la chica del cheking o como se le diga a eso fue bastante amable con él, argentina, uruguaya o de donde proceda que eso no lo pone en el uniforme. Por cierto, en el aeropuerto no vi a nadie.

Cuando entrábamos a la ciudad volviendo de El Prat, dentro del taxi, iba yo entretenida contando tumbas e imaginando muertes en el cementerio de Montjuic y de pronto oigo que me dice

-vaya, había olvidado que debo recoger unos papeles-

Se inclina hacia delante buscando la cara del taxista

-en primer lloc anem a anar a la plaça del diamant-

-ah ¿pero que la plaça del diamant existe en realidad, no es figurado?

Me mira y sonríe.

-claro que existe ¿por qué lo preguntas?

-he leido ese libro y en catalán, varias veces, me gusta mucho cómo está escrito pero no me dio nunca por situarlo en la realidad, pensé que esa plaza no existía-

-¿entens el que dic, parles català?- lo pregunta algo asombrado, feliz

-Entenc. Parlar no parlo molt però puc fer-lo, sí-

-si tu vols podem parlar en català tot el temps-

-d'acord, però això sí, per als altres jo seguiré parlant en castellà perquè l'escriptura m'és més fàcil-

-em sembla estupend encara que no t'apuris, no anem a parlar una merda-


Cardar sí, cardar cardamos haciendo honor a la senyera que por cierto el refrán/trabalenguas que le puse a la senyera no lo tuve yo presente allí aunque nunca recuerdo yo estas tonterías cuando estoy trabajando.

Tras pasar a recoger sus papeles hicimos también una visita a su madre que vive en Sant Just Desvern donde bordeamos un edificio que Manel se apresuró a decirme que era de Bofill, como si me importase a mí algo, yo solo sé que a ese en su día le chupó la polla Paulina Rubio,

-la meva mare. Aquesta és Clara-

Mare de Déu, quin bonica que ets! - me besa - tenia moltes ganes de veure quina cara feia la noia que el meu fill s'havia tirat-

Estuvimos allí media hora escasa, lo que tardamos en bebernos un café. Después ya en el ascensor me pregunta

-¿qué t'ha dit quan estàveu soles a la cuina?-

-que l'agraden molt les meves mans i que ets un bon noi i molt senzill-

-es molt bona pero en poc temps cridarà a la porta d'un asil i acabarà allí després d'una vida dedicada al treball de cada dia i a la lluita-

aclaración nº 17. Yo ahí me pregunto a mi misma para qué cojones me habla de cuando esté medio muerta si aún está viva y por qué lo que hace es mentirla pero me lo callo. Eso se piensa pero no se dice. aclaración nº 19.

Cuando llegamos a su casa saltaba a la vista que allí no vivía nadie desde hacía tiempo. Llegábamos cenados y bebidos por lo que pasamos directamente a su habitación y me dejó sola un momento para ir al baño

-¿encara no t'has despullat?- preguntó a su regreso

Fue lo último que dijo esa noche. Cerró la puerta tras de sí y se sentó en el otro lado de la cama procediendo a quitarse la ropa bastante rápido, tirando las prendas al suelo. Se quedó completamente desnudo y antes que yo terminase ya le tenía esperando, tendido, apoyando su cabeza en un puño, observándome.

Como no me desagradaba en absoluto le miré y ya tendiéndome a su lado no sé qué le dije, a lo que él no contestó nada, me buscó directamente la boca y comenzó a besarme con fuerza mientras con una mano me acariciaba la cadera, la cintura y subió hasta mi pecho. Ahí se detuvo y bajó a chuparlo.

Con la ansiedad con la que actuaba pensé que no había visto un pezón en meses. Su polla ya en mi mano tenía un aspecto bastante tratable, se pegó a mi por completo guardándola y engordándola entre mis piernas y comenzó un balanceo un tanto absurdo que acabó provocando que yo me echase y él cayese encima de mi. Guardó su polla entre mis piernas de nuevo, colocándose del todo a mi par.

Al no hacer amago de penetración alguna yo sin preguntar me pensé por mi cuenta que tal vez quería verme asegurándose que estaba ahí con él por lo que ahi mismo y sin decir nada procedí a deslizar mi mano hasta su polla de nuevo y apretando mis glúteos me alcé de tal modo que apunté y metí su miembro hasta dentro acompañándo él este movimiento con un gemido al cual siguieron después varios, al rato, cuando no paraba de empujarme hasta la extenuación con ambas manos ya apoyadas en la pared y yo abierta toda en canal, masturbándome de forma continuada para que su polla se moviese más ligera.

Me gustó. Se la estuve chupando, después, al rato pues no quería que se durmiera, me apetecía que me lo comiera antes de dormirme por lo que me fui girando hasta lograr el sesenta y nueve esperado y no lo hizo nada mal, puso empeño y eso se agradece.

Al día siguiente que fue ayer sábado, más de lo mismo, creo que le gustaba sentir el calor en mi entrepierna y allí se alojaba y cardar y cardar. Con su señora madre estuvimos merendando, siguió mintiendo y siguió teniendo la misma prisa por largarse. Esta mañana me despertó de la misma forma que lo hacía el Jesús, el bolo, y me rayé un poco, manteniéndome pues no sé, un cuarto de hora en otra dimensión diferente. Y qué pesados se ponen algunos con mi pezón izquierdo, qué tendrá que no parece tenerlo el derecho, es algo para analizarlo, sin duda, y eso que yo siempre me los veo iguales.

Y sigo maravillada [es poco] contemplando Barcelona desde arriba, desde el interior del avión, me encanta, qué cosa más estratégica y más divina y ya en el aeropuerto de Barajas tras recoger la maleta me estoy encendiendo un cigarro fuera y me parece ver al señor ese que lei en el 20minutos que hace allí vida porque no tiene papeles, no puede entrar en el país. Bueno sí, él ha podido entrar porque no había puerta pero que la puerta de Alcalá no la mira, no. Y me dio el estómago una punzada extraña, como avisándome que ya estábamos aquí. Y en efecto.

En aquest moment estic pensant que sortir de madrid "me sienta" molt bé. ¿Per què serà això? Pero y qué calor hace aquí y qué pocas ganas de ver a espanya, por no decir ninguna.

viernes, 27 de junio de 2008

>> Bibliotecarios altivos

Ayer estuve con un piloto. Bueno, él dice que es piloto pero si me hubiera dicho que es banquero también me lo hubiese creído, por qué no, no hubo lugar para demostraciones.

Eran las cinco en sombra de la tarde, las cinco en punto cuando llegué al lugar indicado en pleno barrio de las letras. Me estaba esperando. Bajamos caminando hasta el café más próximo, abajo, en la esquina. Lo que hablamos dentro fueron todo cochinadas pero me había pagado lo suficiente para seguirle en conversación, que si el color de mi tanguita negro, que si lo íbamos a hacer encima de la cama o en su biblioteca -así lo llamó-, que si en la cocina le daba pereza...

Me contó, eso sí, algo que me sorprendió un poco, el hecho de que nunca jamás se había dado un baño con su señora. Como dijo tener biblioteca yo inmediatamente imaginé su bañera y tragué saliva, me lo contaba él mismo como sorprendido. Debió adivinarme el interés o no sé pero me hizo relatarle cómo me lo hago yo cuando tomo un baño, dónde tengo una mano masajeando los labios, explorándome, y dónde tengo la otra. Le detallé todo estupendamente bien como un libro abierto.

aclaración nº 9. Pero hoy, también, me siento rara y es esta una extrañeza que a veces ya me ha sucedido así que hoy tampoco me da la gana de contar aquí bien una mierda. Aquí quien quiera leer que se vaya a la biblioteca; voy a contar lo que a mi me apetezca y yo con lo que me quedé agusto fue con el encuentro que tuvimos después del café en el pasillo de su casa, no dimos tiempo a pasar a la alacena.

La biblioteca no llegué a conocerla, me importa muy poco, vista una vistas todas, yo firmaba ahora mismo por recorrerme todos los pasillos de la vida así y eso que todavía hay gente que dice que los pasillos no valen para nada.

Por lo pronto la pared de enfrente para que yo me sostenga y de esta forma permanecer aupada en él mientras dirige la polla al interior de mi vagina, que ya la esperaba desde que subimos al ascensor. El cuadro está ahí para que yo le de sin querer y me duela y esto anime al piloto a colocarse en la pared contraria sosteniéndome como buenamente puede. La mesita de en medio incluído el teléfono a continuación también se llevó un golpe pero no fue culpa mía, las cosas no son para tenerlas en el medio del pasillo. Y si luego te encuentras una silla pues te sientas. Y ahí mientras no paraba de empujarme fue cuando dijo, que también me sorprendió, que nunca jamás lo había hecho en el pasillo tampoco. Y yo me pregunto si es que acaso su señora se ha dedicado toda la vida a poner cosas en el pasillo o cómo. aclaración nº 24.

Sorprende también que este hombre mientras folla apenas habla y esto a pesar que en el café no se callaba. Yo lo prefiero así, siempre es mejor el silencio, me resulta más excitante que escuchar, quizá, imbecilidades. Me pagó cincuenta euros más para que cuando me llame me encuentre disponible, yo aparte de besarle pensé que debe ir sobrado de dinero porque sobrado de inteligencia por lo que se ve, no. Lo mismo que de astucia y destreza.

Salgo de madrid esta tarde, voy con ganas, solo espero y entiendo que no me encontraré con este en el aeropuerto. Por otro lado, me he cambiado el nombre y sigo siendo Clara, sí, ya lo sé, lo explico aquí.

miércoles, 25 de junio de 2008

>> Los desterrados hijos de eva

Llevo unos días que me encuentro en un estado que no sé cómo se llama, en el cual no recuerdo haber estado antes de la forma en la que estoy ahora y que me lleva y me trae a un tipo de pensamiento que no me gusta porque me hace sentir extraña.

Me quedan aún unos meses para cumplir los veintiocho años y solamente es pensar en ello y ya me desestabilizo. Hace tan solo un par de horas discutí por teléfono por última vez, todas las semanas quizá sin excepción viene ocurriendo esto. Necesidad de discutir no tengo ninguna y por mucho que se requiera mi presencia aquí o allá si no me viene bien no lo acepto y punto. Bien, pues hay todavía quien no lo entiende.

Quien llamaba hoy es aquel diputado porque tiene para mañana jueves una comisión de no se qué de drogas y me quería allí en el Congreso esperándolo fuera. No quiero ir y no voy a ir. Él debe pensarse que soy analfabeta o no sé pero yo sé lo que cobra y lo que vale mi tiempo a riesgo de años de mala suerte por lo que me niego.

Me ha llamado -niña-, no sé, quizá ocho veces durante la conversación. Los insultos posteriores antes de colgarle el teléfono los he tenido que oir que ya es bastante pero el calificativo o como se diga, ese -niña-, se me ha quedado en la cabeza. Qué hijo de puta, me ha hecho pensar en algo muy cierto, que yo ahora me niego porque soy así de chula pero ¿y quién querrá acostarse conmigo cuando tenga cincuenta y tres inviernos? Ahora tengo al otro lado del teléfono propuestas que quizá necesite mañana. No sé. El caso es que he vuelto a pensar en electrocutarme en la bañera un domingo por la tarde o miércoles a mediodía porque el día en que me vea así, con cincuenta y tres y en condiciones no muy allá, de seguro que me estallaría la cabeza y antes me ahorco.

Hay veces en las que tengo situaciones parecidas, idéntico vértigo y pienso en que me toca la polla morirme mañana, pienso en ello, me lo razono y me quedo tan convencida y tan agusto, y entonces me dura un instante todo eso. Pero otras veces no es así, otras veces se me queda retumbando en la cabeza, yendo y viniendo pretendiendo algo que ni yo misma entiendo porque entonces me acojona tanto la vida como la muerte y al sentirme así no me reconozco ni yo y todo me es extraño.

Ahora mismo no sé por qué cojones he de pensar en mañana a largo plazo pero hay otros ratos en los que me entra un no se qué y me veo en ello y eso es lo que me ha provocado ese imbécil.


aclaración nº 7. Y bueno, esto que ahora voy a detallar también ha contribuido, qué fuerte. Hoy tras fumarme el porrito de rigor abajo en el parque he tenido la visita o el acompañamiento mejor dicho de dos pastoras de cristo o dos siervas de nuestro señor o dos legionarias del mesías o dos reprimidas a lo frustrante que también.

El caso es que saldrían de misa o no sé a qué hora salen y ahí me traían un catálogo, a todo color, pero no era una simple gilipollez de estas de -llama al Dalai que te quita todas tus dolencias en dos sesiones-, no, era un cartapacio pero como el de la revista Venca o el Jueves, que también va a color y me saludan de la forma,

-buenos días, chica- [ lo de la edad lo agradezco y por ello las miro el careto que me llevan de pastoras del señor o de siervas del mesías o legionarias del salvador o de frustradas a lo reprimido, que también, pero el caso es que no le añaden lo de -fácil- porque no tienen valor aunque de sobra saben la respuesta de su propia pregunta y todo eso no me gusta ]

-no tienes prisa ¿verdad? ... permítenos hablarte un minuto-

-es un segundo- añade su compañera

-qué rápida y qué mal está la vida ¿verdad?-

-y peor que se tiene que poner- contesto

Y me dan por supuesto la razón porque a todo lo superior hay que alabarlo y entonces yo no sé cómo veo aparecer el mamotreto a todo color y me está hablando yo no sé por qué del apocalipsis y de que vamos a morir todos, su compañera me muestra la portada -Dios Te Ama-, joder, qué bonito, pero la miro y ella no tiene iniciativa propia, a todo lo que no escucho de la otra le acompaña ella diciendo que sí, que sí.

Como es gente que no está bien no llevarían conmigo ni minuto y medio y la que no se calla me hablaba del pueblo de israel y acerca de hacer una reflexión como si me conociese de toda la vida, y ahi ya me empezó a entrar hasta dolor de muelas, como si me importase algo a mi su opinión, creo que no tengo cara ni de chica fácil ni de antisemita tampoco por lo que la hice callar

-¿lo ha estudiado usted? - [ no nos conocemos y a mi lado es una vieja ]

ella parece ser feliz dentro de su paranoia, parece que se emociona y todo, también su compañera que sigue diciendo que sí, que sí.

-no, pero sí tengo estudios, tengo un módulo de dietética, ahora estamos haciendo entre todas...

-No. Le estoy preguntando por la forma de rayarme la cabeza, haga el favor de marcharse y dejarme a mi reflexionar tranquila-

Ahi es cuando discutimos porque la que no se calla es terca y tiene muy mal perder, no me cagué en dios porque tengo más respeto que ellas que me miraban todo el rato con cara de descarriada, su compañera se santiguó un par de veces, las mandé a la mierda directamente.

Cuando era niña me daba miedo dios y lo que este pudiese llegar a hacerme, él que todo lo ve y todo lo huele. Cuando ya vi que Él, llamado omnipotente, no estaba donde tenía que estar comencé a pasar de él y hasta hoy. El primer mandamiento se lo pasan tod@s ell@s por el forro de los cojones, la biblia está llena de prostitutas al igual que los confesionarios, los apóstoles armados hasta los dientes, hecho una mierda todo y no estoy para escuchar más tonterías.

Y es que aunque parezca mentira no lo es. Es como que estoy yo de reflexión por mi cuenta, y es que aparte de la muerte me paro un momento a pensar y últimamente estoy follando bien de pascuas a ramos y eso no me gusta tampoco. Entre un@s y otr@s vaya día más perro.

jueves, 19 de junio de 2008

>> Abrete Sésamo

La semana pasada hablé con él por teléfono tras haberme llamado previamente un par de veces y no habérselo cogido. La verdad es que no sé ni para qué llamó porque lo que hablamos no viene a ser nada, me tenía intrigada. Hablo de Marcelo que se ha pasado por aquí y se ha ido hace una media hora.

Qué tonto está -que no es lo mismo- que qué tonto es. Dice que es que pasaba por aquí como si yo al no tener coche no supiera lo que le debe haber costado aparcar la furgoneta. Le he abierto la puerta porque si le retengo ahí más de cinco minutos en el portal tengo a la vecina del 2A en unas horas persiguiéndome, parece que vive para verme desde su ventana, y también porque me tenía intrigada, cierto es. Hoy, por cierto, ya no tengo fiebre pero tampoco voy a trabajar.

A su niño, el que sea, el de cuatro años que le dije le apuntara en el atleti, le ha salido no se qué historia y están de médicos. Pero la vida de un fontanero, como es menester está llena de tuberías y él puede estar a la vez en el Gregorio Marañón, levantando azulejos y comiéndome la oreja por el telefonillo, abajo.

Ya sabía yo, porque yo sé cosas, aclaración nº 16, que la llamada a mi móvil la semana pasada tenía que tener explicación, y sí que la tiene, sí: resulta que es que me piensa y como me piensa, llama. Yo cuando pienso, pienso, luego existo, no ando llamando a nadie. A él le da por llamar para no contarme nada y eso es un sinvivir. Ya le he dicho que a mi no me tiene que estar pensando, no le he dicho que piense en su mujer allí en medio del pasillo de pediatría porque me da algo de vergüenza, se lo he dicho con delicadeza.

La merece -la delicadeza- porque después me la ha dedicado a mi de nuevo en el sofá rojo y, mientras me está sacando el tanga cubierto bajo mi chilaba ya no se entretiene en explicarme nada, ahí ya piensa sobre mi rodilla y su pulgar en mi ombligo, levantándome posteriormente los pezones de mis once de la mañana. Dice que estoy más guapa sin maquillar justo antes de besarme la boca con sus dedos, abajo, abriéndose paso. El muy cabrón me tiene ya en parte tomadas las medidas y sabe cuándo y cómo me apetece y cuándo y cómo no y eso está estupendamente bien.

Comienza a masturbarme con una mano mientras con la otra me tiene cogido un pecho y me retuerce el pezón con fuerza y se dedica a besarme el cuello. Ahi es cuando recuerdo a la Sandra liándose un porro, creo que contengo un momento la respiración, la recuerdo decirme -¿y si deja a la mujer y se viene contigo?- y me acuerdo del Héctor postrado en la cama también y debe ser que como seguía sin respirar Marcelo se detiene un momento y me mira, entonces nos miramos lo que dura un instante, justo lo que tarda en colocarse acurrucado en el suelo abriéndome de piernas y me sigue mirando entonces desde allí con su lengua urgándome y guardé silencio y me dediqué entonces a disfrutarlo.

Sabe cuándo me voy y cuándo me vengo y el momento exacto en el que debe acompañar a su lengua con ambas manos sobre mi pecho, sabe cuándo subir el ritmo y cuándo bajarlo, creo que cada vez me lo come mejor. Él no sé en qué piensa mientras está ahí conmigo o si piensa siquiera pero yo excepto el rato -momento digamos- en que perdí la consciencia, seguí pensando en la Sandra, la recordé un par de veces frente al espejo del baño rehaciéndose una trenza en el pelo y yo estaba algo más allá, apoyada en el marco de la puerta, recordaba esa tarde o mañana en que me insistía desde el espejo

-a ese [Marcelo] le tienes bien cogido por los huevos, te le puedes beneficiar siempre y cuando te de la gana. Sé de lo que hablo.-

La Sandra no tiene ni puta idea de nada pero la gusta decir yo sé lo que digo / sé de lo que hablo / sé lo que quiero decir / te lo digo yo / ya te lo tengo dicho... Y entontes ya después cuando le tengo pegadito a mi espalda y se dispone a metérmela yo me volteo y quedamos frente a frente, un segundo, yo me encuentro bastante agitada, también él que en dos movimientos se agarra la polla, la deja entre mis piernas y me levanta con fuerza de forma que con mis piernas entrelazo su cintura.

Quiere metérmela así y en un par de movimientos más así lo hace y a mi me gusta y a él también y poco después le tengo follándose mi oído a jadeos mientras me está dando en un segundo asalto espléndido, con mi culo encima de la mesa y lo cual termina cuando me come el coño de nuevo según le sugiero. Sabe que o bien disfrutamos los dos o aquí no disfruta nadie.

Y de nuevo me corro mientras él continúa succionándome y esta vez también lo hace bien y se entretiene después en hacer ruiditos con mi derroche, tengo el coño empapado y otra vez de nuevo la Sandra en mi cabeza y entonces me da por imaginarme a Marcelo, abajo, en el portal, un día sí y el otro también, llamando al telefonillo y la vecina con su careto asomada a la ventana y me dio un arrebato y le aparté las manos incorporándome,

-es mejor que te vayas ya. Ya está bien-
-pero Clara, no me jodas-
-no me jodas tú a mi. Venga, vete, tengo que trabajar y tú también-
-vale, tranquila, voy... tranquila, ya me voy, vale...

Y se apresura a toda prisa a ponerse la ropa pero se confunde de pie en la bota y al rectificar me mira de nuevo con el -tranquila- en la boca buscándome una sonrisa que me niego a darle.

Lo que necesito es que cuando se me joda la lavadora venga a arreglármela sin ningún problema, si se estropea el frigorífico lo mismo, no puedo aceptarle en mi casa y echar tres o cuatro polvos gratuitamente, no porque no me da la gana y porque no, con esos dos es suficiente, y es que me ha gustado hoy demasiado diría yo. La Sandra de contárselo me diría exactamente lo mismo. Me explico mal, lo mío está claro que no es escribir es follar. aclaración nº 2 y aclaración nº 4 - 1ª.

miércoles, 18 de junio de 2008

>> Let's go to Ibiza

aclaración nº 7.
Tengo cita con el médico en la consulta en un par de horas. Tengo fiebre desde ayer por la mañana, no sé. Ayer, de todos modos fue un día muy malo. Hubo reunión de propietarios, a esta hija de puta ahora que es presidenta se la ha antojado cambiar la puerta del portal y no se qué en la azotea que nos va a salir por una pasta, yo estoy por no pagar.

Cuando salí de la junta me fui a la peluquería, quería repetirme el color rojo fuego en las mechas. La chica que me atendió es la misma de otras muchas veces pero se confunde de rojo porque es así de lista, salí de allí de muy mala hostia y con razón. Ya sé que con la mierda que cobra no la pagan por escuchar por eso no la doy nunca conversación pero a mi que no me joda, yo quería otro color. Ahora tendré que joderme y esperar para que no se me caiga el pelo a trozos, la muy cerda quizá lo haya hecho a propósito.

A mi regreso y antes de entrar en el portal de casa recibo entonces una llamada de Javier, el del banco que no banquero, me estuvo contando no se qué historias del euribor que a mi y que no me afecta no sé por qué ya que no le comprendo. Todo lo que me cuenta de números son siempre malas noticias, aunque esta vez no. También me preguntó si conozco Ibiza y que he de acompañarle, así tal cual, como suena, unos días en julio.

Estaba yo planeando en mi cabeza lo que puede aventurar el verano y va y se me adelanta este imbécil, así que tampoco voy a negarme, entiendo que conoceré Ills Ballears que me encanta cómo suena pero aún no he nadado yo allí. Espero igualmente que se pueda fumar hierba con lo del rollo hippie y eso, tengo que informarme. De esto no le he dicho nada, seguro que lo ignora por completo, qué vida.

Y qué pocas ganas de escribir, me voy a pintar las uñas.

lunes, 16 de junio de 2008

>> Será la era de acuario o no sé

Sin lugar a dudas hay gente que pareciera que se resta años en vez de sumarlos. Son los menos pero tienen mucha suerte. Esto les pasa a algunas gentes como a Concha Velasco, Sofía Loren y al tipo de la farmacia de mi calle.

Esto también parece ser que me ocurre a mi y me desquito de unos tres·cuatro años en vivo y al natural. Eso me ha dicho y explicado este hombre, que y que se llama Leo y que tardó más de una semana en decidirse a llamarme. No voy a entrar a valorar esto pero sólo decir que no hice preguntas respecto a su nombre. Alguien que se haga llamar Leo y cuente con más de treinta y cinco años de carnet es seguro que le bautizaron como si fuera un viejo; llámese Leopoldo, Leónides, Leovigildo o Leotardos que no sé si esto último existe.

Con ese nombre y esos pensamientos yo y todo pensante imaginamos un feo de mierda con gafas y de esto que cuando hable un hilillo de saliva se irá haciendo sitio en la comisura de sus labios. Una como que se piensa que va a ser cuestión de media hora escasa y el resto conversación intrascendente. Nada más lejos de la realidad: pasé con él la noche entera.

Con treinta y cinco años ya cumplidos o más y te llames como te llames si no sueles follar habitualmente es muy recomendable encontrar una mujer [en el caso de que no te gusten los hombres] con la cual puedas ahorrarte las explicaciones conyugales pertinentes puesto que ella, sin duda, te lo agradecerá cuando compruebe tu cartera llena y tu persistencia en hacerla correrse.

El hambre y la necesidad van de la mano; cuanto más hambre ha pasado un@ a más comensales invita después al banquete. Esto es así de toda la vida.

Fue como coser y cantar por esto de que te pones, te pones y se te olvida. Me invitó a mi sola a cenar con primero, segundo y postre. El camarero nos miraba raro, a Leo le ponía cara de -tú no te llamas así- y después tardó mucho en servirme la copa que había pedido y hube de apurarla pues a este le entraron de pronto las prisas. Pareció serenarse un poco en el trayecto en taxi a su domicilio, tuvo tiempo de hacer una llamada a no sé quién y a meterme mano mientras tanto, comprobando que soy una mujer completa.

Antes de acceder al portal me comentó al oído que bien mirado aquello era como tener una cita conmigo, que habíamos cenado y ahora pasaríamos la noche, que me iba a pagar por todo ello, sí, pero que el dinero es como si no fuese suyo, que lo había ganado apostando. Fue ahí que pensé que si me gustaba entonces yo haría todo lo posible por conseguir un reintegro. Ambos sonreímos.

En el ascensor me atrajo hacia sí y me miró a los ojos un instante

-me gustas- me espetó. Y continuó diciendo lo que empecé escribiendo y - tienes algo en los ojos-

Como esa frase en sí ya me es conocida le pregunté sin pereza ninguna

-¿ah, sí, el qué es?

-Dolor

Guardé silencio a la vez que una cosa rara me rozó el estómago. A continuación me manoseó el pelo y me dijo que seguro lo íbamos a pasar bien.

Al llegar y abrir la puerta me hizo pasar muy gentilmente apoyándose en mi cintura y me anduvo explicando que guardaba bebidas que iba consumiendo con los amigos, que tomaríamos algo y que desde su salón se veía el Pirulí, que en un mes todo lo que vería iba a ser sierra, que se iba a un chalet.

Apareció al momento mientras yo miraba por la terraza y dejó sobre la mesa medio eristoff, malibú, y tres cuartos de Ron Barceló. Volvió al rato de la cocina con la cubitera llena.

-duermes aquí ¿vale? mañana te pido un taxi-

Esto me lo dice tras servirnos a ambos y haciendo que me siente del verbo sentarse sobre una de sus piernas. Entonces me prueba la boca y yo constato su carga de ron. Pretende agradarme todo el tiempo y eso me hace seguirle sin problemas. Me cuenta que él bebió vodka cuando era crío, que ya no le gusta, me vuelve a comer la boca y esta vez su lengua muy, muy húmeda explora todos los recovecos de la mía, que le acompaña. Deja su vaso sobre la mesa y con ambas manos me coge la cara, me besa la boca de nuevo y pretende quitarme el sujetador mientras tanto, desabrochando uno de los corchetes pero no así el segundo.

Comienza a desesperarse y ahora ya sí que no lo saca por lo que rescato sus manos sacándomelo de una sola tirada, suspira y enseguida busca y extrae uno de mis senos, concretamente el izquierdo y reaviva mi pezón con pequeños mordiscos. Me saco la camiseta completamente y él hace lo propio y me atrae de nuevo de forma que se abalanza sobre mi boca y ahi constato que está ardiendo.

-espera, ven-

Me hace incorporarme y acto seguido se baja el pantalón a los tobillos y también los gayumbos, de dos pisadas se los quita y me pide que me siente del verbo sentarse sobre él. Ahí me gusta aún más. Me gusta porque mientras no deja de besarme -y besa bien- con ambas manos juega con mi culo y en un instante tengo su índice en mi ano y lo que me va haciendo con la lengua en mi boca me lo hace con el dedo también abajo y seguidamente abandona esto y juega con su polla entre mis labios, buscando cómo entrarme sin dejar a la vez de enredar su lengua con la mía.

Se coloca un condón color rosa princesa y colocándome de nuevo se mantiene con el capullo un instante a la entrada de mi vagina. Deja de besarme

-si te duele me lo dices - dice bajito

y yo le respondo sonriendo dejándome caer sobre su miembro, buscándole de nuevo la boca. Se encontraba muy excitado por lo que en varios movimientos ya le tenía diciéndome que iba a correrse y yo le tapaba la boca y esto le provocaba empujarme más fuerte, me sostenía la cintura y me marcaba el ritmo de un modo muy acertado, me gustó.

Me la sacó justo para correrse y seguidamente me ayudó a echarme en el sofá y tras besarme el seno de antes procedió a hacerme un cunilingus medianamente aceptable. Que quería que me corriera, dijo, pero ahi no sabe que se trata prácticamente de hacer lo mismo que me hace en la boca por lo que le dije que así no y como se mostraba receptivo yo misma le fui marcando a la vez que le fijé agarrándole por el pelo. Acabó aprendiendo estupendamente bien.

Todo esto me gustó más que el polvo que echamos ya más tarde en su cama: un misionero de mierda y se durmió. aclaración nº 24. No sé, pero al ser en la cama habiendo más y mejor espacio me esperaba algo más pero no. En cualquier caso ha estado bastante bien, si me llama entonces perfecto, otros me llaman de segundas y me niego o les cuelgo el teléfono, así de claro. Creo que acerté en suspender lo que tenía para el sábado.

martes, 10 de junio de 2008

>> Congreso: todo por una guarrada

Hoy martes he pasado a recoger a un gilipollas a la puerta del Congreso de los Diputados, he preferido no saber su signo político no vaya a ser que esto luego no me deje dormir. Allí mismo en las escaleras me ha presentado a un compañero y ha fardado de mi unos minutos aunque no estaba yo preparada para poner cara de Estefanía ni tener seis años más de golpe. Su compañero le ha hecho constar que parezco bastante más jovencita y claro que sí, es que hay que ser imbécil.

Voy a obviar también su nombre porque de tan chulo que lo tiene no se lo merece. Los cincuenta no creo que los cumpla ya pero es muy correcto y muy caballeroso él y lo tiene todo calculado: me hace subir al taxi que espera unos metros más abajo, le indica al taxista la dirección de un hotel que ya conozco en la misma Gran Vía, me hace entrega de una tarjeta firmada con sus datos y me dice que me vaya sirviendo algo que en media hora está conmigo.

Arranca y en el primer semáforo me doy cuenta que vamos escuchando la cope, le pido que cambie de emisora o mejor la apague y le pregunto si en ese taxi también ha subido Astérix en alguna ocasión, entonces no sé por qué me hace saber que ha votado a la Rosa Díez, esa tipa que renegó como socialista el otro día como quien dice, y yo lo que hago es abrir la ventana para que me de el aire. Me comenta que seguramente el Astérix no lleve poción mágica pero sí llevará escolta y vehículo, cosa lógica pero que así de pronto yo no había pensado.

Me estaba terminando mi segunda copa cuando llamó a la puerta. Entró contándome cómo se las había ingeniado para convencer al escolta y ahí pensé que tendrá algún cargo importante o será portavoz de algo, yo que sé pero entiendo que habrá diputados de Teruel o de Badajoz mismamente que no les conocerán ni en casa por lo que no creo que todos ellos precisen de escolta. Lo que sé es que no soy ni la primera ni la última y parece empeñarse en demostrarlo,

-¿cómo dijiste que te llamabas?-

-me sigo llamando Clara-

- Clara... tienes cara de niña, me gusta-

-¿te gustan las niñas?-

En esto me está dejando el dinero contado sobre la mesita. Sonríe.

-en una hora te lo digo- y sentencia alargando otro billete de cincuenta junto a lo acordado.

Apagó el teléfono móvil pidiéndome que me desnudase para él, no me daba la gana, lo que hice fue acercarlo mientras le iba desabrochando la camisa, sugiriéndole que mejor haríamos al revés a lo que aceptó sin más usando el cuento de las niñas malas.

La mano con la que ha debido firmar su acta de diputado se hizo camino buscándome los labios, abajo, estando mi falda ya a la altura de la cintura. Se sienta en la cama y llevándose dos dedos a su boca me hace mirarlo y antes de metérmelos me dice que aparte de orgullosa quiere ver lo perra que puedo llegar a ser y que me viene adivinando las tetas todo el camino, que me quite la camiseta.

Mientras lo hago está probando mi profundidad, me explora y echando un vistazo alrededor del cuarto encuentra lo más parecido a una tribuna o no sé pero me pide acompañarlo, quiere darme quedándome yo sujeta al borde de la cómoda y todo por una guarrada: quiere estarse viendo la cara, de frente, en el espejo.

Así lo hicimos y fue -de a poco- interrumpiendo su panorámica abalanzándose sobre mi pecho, apretándome los senos primero y apretándome un pezón después, de tal modo que me hizo daño y le pedi que parase. Debe ser que como él no entiende más que de especulaciones pensaría que su simpleza en el empuje era motivo suficiente para mi queja y lo que hizo a la vez de soltarme el pezón fue retirar la polla recorriéndome con ella en canal, separándome los labios.

Por mucho que insistiese yo ya sabía que me era prácticamente del todo imposible lubricar algo. Volvió de nuevo a metérmela girándome a su vez lo justo para verse de nuevo en el espejo. De este modo se mantuvo empujándome por un rato, aumentando el ritmo por momentos. En cierta ocasión se lleva un par de dedos a mi boca, me hace mojarlos en saliva y comienza a frotarme la zona clitoriana sin sentido ninguno. Ahi es cuando pensé que puede que se trate de un fascista de mierda.

-¿qué pasa, que no te gusta? ¿te gusta más así? - me pregunta

y como que pretende ser de centro y por ahi no paso por lo que me encojo de hombros y seguidamente le indico que mejor me deje a mi. Entonces es cuando abandona definitivamente la tribuna y los aplausos y observa mi coñito, ahora sí, decentemente humedecido y así puede ver cómo su polla entra y sale del mismo con mayor precisión.

Y me di cuenta que yo también lo estaba contemplando sentada aún sobre la cómoda, que el espejo no me proyectaba nada y que era más interesante verme los dedos con las uñas acabadas en color caoba, controlando los labios que abrían paso a su miembro. Y ahora sí permanecía concentrado en trabajarse mi vagina y ya de esta forma conseguí el punto justito para que en cuestión de un minuto mi clítoris provocara lo que la vagina se viene negando a darme.

Es la primera vez que me corro y rompo un espejo. aclaración nº 24.

viernes, 6 de junio de 2008

>> Veinte mil leguas de viaje submarino


Hoy todo va a consistir en mover los deditos, no tengo más tareas encomendadas por hacer, estoy como quien está de vacaciones. Quiero hablar de la red porque es un mundo extraño, en ella habrá hasta universos paralelos y peligros de extinción que ya iré viendo pero también hay tal cantidad de mierda que no sirve mando a distancia. Yo, me conozco, soy muy Clara y tengo muy poco aguante para según qué cosas y si no me compré una tv fue por algo muy parecido a lo que lei el otro día en el 20min;

-jode el estar viendo continuamente vidas que parecen más felices que la tuya-

y yo le añado: curaciones de cáncer en menos de hora y media, dios te ama y creó a los animales, rejuveneces al menos quince años... aclaración nº 20 - 3ª. Mierda puta.

De la tv recuerdo trozos de tardes. En una de ellas mi abuela, sentada pues no podía estar de pie, pudieran ser como las siete de la tarde y, había toros no sé en dónde ni quién toreaba pero la mujer hacía hincapié en querer seguir la corrida y pretendía tendiendo la cabeza ver la parte de la plaza que se escapaba de la pantalla. Esa misma tarde o cualquier otro día nos mandó callar porque qué iba a pensar el del telediario que entiendo sería Jesús Hermida o sucedáneo.

Creo que solo hay una época para cada un@ de nosotros, a algunos no les llegó, otros se quedaron en aquella y punto. La tv en gran medida pretende darte aquello que por otra parte no deja de decirte que no conseguirás por ti mismo. Y eso no me gusta nada.

Y la red en este sentido es bestial. Me duele, incluso, un poco la cabeza de todo lo que he estado haciendo durante estos días. He descubierto en la web del mapa de visitas que hay estadísticas como en todo y he podido ver que diciéndole guarrerías al gugel aparezco yo y según veo en Arturo Soria la gente no folla o folla pero no lo cuenta porque citando ese barrio entra la gente aquí y yo ya hace más de dos meses o así que no voy por esa zona. He aprendido alguna que otra cosa, sí, aclaración nº 23. Con el gatillazo también salgo yo porque la gente entra citándolo, vaya una mierda, qué triste joder. Con mi apellido probé fuera en el buscador pero no salgo ni de coña así que no pasa nada.

Pero hay, también, gente que me conoce o sabe de mi desde hace mucho tiempo y yo no sabía ni que existían y estoy allí en su sidebar, que ya sé lo que es sidebar, eso ya lo manejo [aprendí a diseñar la página con el probando-probando, un-dos, y me funcionó y ahora estoy adquiriendo técnica], y en definitiva no aportan más que silencio y eso es también triste, curioso pero triste.

Como no estoy para tristezas hoy solo quiero dejar aquí estas maravillas de video que me llegan de las manos de kilo y medio de partituras. Cuando he fumado mucho me pongo demasiado reflexiva y tengo que hacer algo al respecto. De momento, viendo estas cosas me relajo mogollón, creo que es lo mejor que he visto en la red en mucho tiempo y esto quizá pueda verse como publicidad subliminal pero es que me toca la polla, a mi me ha gustado y punto, 1400gracias.

>> Aclaremos -II-

Tras obras de rehabilitación y mejora



Hasta esta fecha, -viernes, día seis de junio de dos mil ocho-, este blog venía llamándose Zorra Con Clase. Lo de la clase es indiscutible pero lo de zorra parece ser que tiene múltiples acepciones... así que lo voy a llamar a partir de ahora por su nombre actual, quiero que esto claree y aquí lo dejo escrito: esto ahora me es un puto círculo vicioso. Así lo del círculo cuadra y lo de vicioso seguramente también.

...

Hasta esta fecha, -sábado, día siete de junio de dos mil ocho-, a este blog le dio por llamarse círCULO VICIOso. Cosas que le vienen a una y lo de un culo de vicio es indiscutible, lo de círculo vicioso también pero lo de crear la diferencia parece ser que no es posible, que hay mucho círculo por ahi y mucho vicioso también... así que lo voy a llamar como más rabia me de.

...

Hasta esta fecha, -viernes, día veintisiete de junio de dos mil ocho-, este blog ha venido llamándose ···con ñ de zorra·, de la rabia que me dio no quedar conforme con ningún otro... ahora que ya lo encontré no sirven las aclaraciones, llevo ya veintiseis a estas alturas.

miércoles, 4 de junio de 2008

>> De irrelevancias y obviedades [maldito castellano]

No conocía yo San Agustín de Guadalix, solo me era conocido hasta el momento de oído, que ahí es donde dejan vivir a los parásitos esos del gran hermano. Ayer tuvo lugar la presentación, tenía una cita en una urbanización con su conserje y su garita de conserje y su sistema de seguridad compuesta por seguratas conserjes y su prohibida la entrada y su piscina y pistas de padel y su todo.

El conserje de la garita me indica dónde está el chalet que busco tras preguntarme si voy a la entrevista, yo le contesto que sí pues no sabía lo que tenía que contestar y entonces el hombre me cuenta que desde hace unos meses ya han ido varias por allí, que el señor es arquitecto y que él no entiende cómo habiendo arquitectos en la urbanización no hacían algo por arreglar las cosas mal hechas y me puso de ejemplo la piscina,

-no hace falta estudiar para saber que los árboles debieron plantarlos allí y no aquí, porque de este modo hacen sombra toda la tarde en el agua y eso no puede ser-

A todo le dije que sí, tenía toda la razón del mundo.

-allí lo tienes, hermosa, es aquél, el último chalet de esta calle, el más lejano, el de la derecha-

El que sale al jardín a recibirme es el mismo dueño al que le cuento la anécdota con el conserje pero él fija su atención en mi escote, me invita a pasar y recorremos la casa tomando asiento en un patio privado en la parte trasera donde me hace saber cosas irrelevantes como que su mujer está asistiendo a una junta de propietarios donde van a debatir contratar otra alarma más tras el robo el sábado a otro hijo de puta vecino. También me cuenta que se encuentra -felizmente- casado como si a mi me importase algo su desgracia o no con semejante palacio, y que vive con su suegro y a mi me da igual: en una casa con esas dimensiones es posible no ver a nadie en quince días.

Mira el reloj, se pasa la mano por detrás del cuello y me observa, ahi yo tomo consciencia que las entrevistas deben serle todas iguales, una detrás de otra, por lo que a la pregunta de

-¿y en media hora, larga, qué puedes hacerme?

yo, que he visto de pasada los dos rifles en la vitrina del salón, pienso que pegarle un tiro y tirarle a la piscina que tengo a mi espalda pero como necesito trabajar a lo que me dedico sin embargo es a sonreirle y le como la polla por un rato.

Cuando termina me comenta que he aprobado, ya se sabe que la experiencia es un grado, no me gustan las obviedades. Me habla de la posibilidad de mantener una segunda entrevista y mientras cuenta el dinero para dármelo me dice lo que se dice siempre, que ya me llamará, cosa por otra parte que también me es irrelevante.

Bueno, miento, no me es irrelevante, quería decir que en el caso que me llame de nuevo no pienso acudir, de ahi que me de igual lo que diga, es más, se la chupé pensando completamente en mis cosas, recordé que había olvidado comprar vodka y anduve haciendo cálculos de lo que me quedaba en casa, un cuarto de botella escaso. En el caso de haber contado con más tiempo y si él hubiese optado por echar un polvo quizá me hubiese negado, muy probable, aunque esto sí que es del todo irrelevante. Ni que decir tiene que la aclaración nº 8 - 5ª aquí es del todo obvia.

Cuando consigo cierto manejo con algunas palabras que vete a saber por qué me resultan curiosas me mantengo a continuación con ellas en la cabeza varios días seguidos, digiero vocabulario o yo no sé pero esto sí voy a tener que aclararlo porque no es la primera vez que me ocurre aqui escribiendo.

Lo que está del todo claro es que no voy a detenerme a narrar la mamada en sí porque creo yo bien que todos los presentes sabemos en qué consiste y obviamente aquí los niños chicos no deberían entrar en el caso de que haya alguno dentro.

lunes, 2 de junio de 2008

>> Posibilidades reales

El fin de semana en Granada ciertamente me ha gustado mucho. Desde la misma carretera se puede ver una parte de la ciudad como escalonada y toda ella hasta donde alcanza la vista está llena de castillitos, cada cual a su manera, una maravilla imposible de realizarse en Getafe, por ejemplo, y no solo es que yo lo viera, esto lo dijo él que se llama Alberto y me llevó con él a la boda de su hermana.

Creo que esta gente y alrededores y demás quedan más cerca de la gracia por naturaleza que los madrileños, entiendo que como nosotros somos de todos sitios y de ninguno tenemos menos memoria y por lo tanto es más difícil recordar que es bueno reirse, como que tenemos prisa.

Tan pronto como terminó la ceremonia nos pasamos por el hotel porque quería que me cambiase, me habló de lo exquisito de la tela del vestido y no se qué con tal de no decirme que le estorbaba el foulard en mi espalda, volvimos en taxi y nos dejó en una placita donde había una estatua oscura en bronce diría yo pero que no sé quienes eran, parecida a esa que tienen ahí en Puerta del Angel que creo que es Isabel II, creo que aquello era el centro o no sé.

Allí sacó dinero en un cajero automático y nos pagó al taxista y a mi que le aguardaba aún en el asiento trasero. En el trayecto ante la cortesía del andaluz intercambié datos con el taxista, la alhambra posibilita visitas turísticas de noche y dentro el Carlos V aquél hizo también su cabaña aunque yo en un principio no lo viese posible.

Ahora que lo pienso más quizá la estatua sea de los reyes católicos, abuelos de este Carlos por lo de la entrega de llaves de Granada porque algo de eso hubo, yo que sé. Desde donde nos encontrábamos al poco rato me hizo saber Alberto que tras mucho andar se podía subir arriba del barrio y contemplar desde alli las murallas y demás de la alhambra iluminada. Lo que no me dijo ahi es que tras mucho beber volveríamos directamente al hotel.

Él había bebido, sí, pero yo bebí por mi, por él, por su hermana la casada, por su hermana la soltera y por las damas de honor que no entiendo yo el por qué no las hay puestos todos como están en comprarse trajes. Bebí por toda Granada y parte de Andalucía, el vodka te lo sirven siempre igual de frío en todos sitios.

Cogimos lo que viene a ser una ronda que nos llevó de nuevo a atravesar media ciudad o yo no sé y en este taxi se escuchaba, bajito, una melodía de chambao muy sugerente, le pedi que subiera el volumen y con la tontería de que si yo hago siempre lo que quiero y no se qué fuimos enredándonos, me gustaba el olor que lamí en su cuello y sé que me dijo un par de veces al oído que quería clavármela y luego sé que hubo un par de curvas y que el taxista al ver que la cosa se le ponía fea nos hizo saber que tenía mujer e hijos.

En la recepción no sé si habría alguien pero de haberlo entiendo que se quedaría perplejo. Alberto me llevaba literalmente arrastrándome por un brazo, sacándome un par de pasos, como en plan secuestro a la vez que iba maldiciendo porque no recordaba dónde tenía la llave.

Pasillito adelante le dio por recogerme el pelo intercambiando besos y mordiscos en mi cuello mientras a su vez se peleaba con los corchetes de mi sujetador. Aún no había abierto la puerta y me tenía ya medio desnuda, lo que tardó en cerrarla y se pegó a mi por completo. Prometía con sus prisas en rozarse con su polla en mi entrepierna, a trompicones llegamos hasta la cama.

-mira cómo me tienes, corazón-

Algo así me dijo, yo sé que contesté

- y tú a mi el hígado a saber cómo me lo habrás dejado-

volvimos a enredarnos y acabamos echando un polvo más que aceptable, me gustó cómo me apretaba las nalgas mientras no paraba de darme y también hizo alguna que otra monería con la lengua. Recuerdo despertarme y le tengo allá abajo besándome las rodillas queriéndome abierta.

El domingo tras pasarnos a despedir a la familia volvimos por el hotel a follar por última vez, esta vez sobria y encantada de nuevo con el olor que desprende, me lo hizo más despacio, con menos prisas, también en la cama, nos gustó a ambos, es un chico muy majo. Conmigo ha aprendido que hay ciertas contracciones que yo hago cuando a mi me da la gana, se autodefino ignorante y me contaba tonterías con los ojos brillantes, un encanto. Lo que más me gusta de esta gente del sur es que lo hacen todo con alegría.


En qué zorreas