martes, 6 de noviembre de 2012

Si me dejase abrir su culo

Ahora David y yo estamos teniendo problemas, no aguanta el ritmo que le impongo y estoy pensando seriamente en buscar a otro con quien pasar las noches. Si hago esto deberé antes levantar el acuerdo no escrito con la Sandra en el cual viene figurando claramente que ningún hombre puede pasar la noche en casa. Esto supondría tener a un buen follador dentro de la habitación y a David en la habitación de al lado. Me lo estoy planteando, me apetece y me pregunto si David y yo nos seguiremos juntando en el baño a escondidas, si me follará como nunca antes o hará como quien oye llover.

El deseo de mantener un rabo entre mis piernas trasciende toda lógica y hay mañanas en las cuales cambiamos el encontrarnos en su coche por el rellano de la escalera para que el encuentro de la tarde sea distinto. El señor mayor que continúa viviendo en el 3B acude todas las mañanas al Retiro y el 3A se vende o se alquila por lo que a veces follamos contra la puerta del anciano quien acostumbra a llamarme Linda. Ayer sin ir más lejos, mientras le chupaba la polla a David justo en ese lugar, éste me dijo que no podía más y no sé cómo acabé de espaldas a él admitiendo sus embestidas con los ojos clavados en el sagrado corazón incrustado en la puerta. Fueron muchas las ceremonias religiosas que me tuve que chupar trabajando, aprendí algunas cosas inolvidables y entre ellas a distinguir a algunos santos. De todo se aprende.

Últimamente siento repetirse algunas escenas y eso no me gusta. Cuando David se corre lo hace dentro de mi vagina y los sonidos que emite no suelen ser idénticos pero siempre, siempre, tras correrse se queda pegado a mí un instante, inclinándose después para morder levemente mi cuello. Descarga entonces su cansancio con su cabeza sobre mi hombro y a veces me besa la nuca, mecánico. También acostumbra a frotarse conmigo en cuanto la Sandra nos da la espalda o se ausenta en busca de algo, lo hace con mucha frecuencia y eso me aburre. La otra tarde entró siguiéndome a la cocina, juntó la puerta sin hacer ruido mientras ella se lavaba los dientes en el baño y me aferró contra la pared cogiéndome los glúteos.

-después la pediré que nos echemos un rato... cuando termine y se duerma nos vemos en el baño-

Me rodeé mirándole y le dije bajito que no se cansase mucho. Cuando tengo ganas de follar no protesto. Fui a retirar entonces mi mano de sus pelotas y me detuvo, introduciéndola dentro de su calzoncillo. Su polla me reconoció enseguida mostrándose juguetona y le quité del medio lamiendo su nariz y abriendo al mismo tiempo la puerta. Ambos disfrutamos la situación, casi todos los días aguardo muy cachonda la espera y esta vez tardó en regresar de la cocina al salón y al volver la Sandra le dijo que tenía mala cara. Un par de horas más tarde entró en el baño echando el pestillo y visiblemente empalmado mientras el esmalte de las uñas de mis pies se secaba entre algodones, esperándole.

Hay ratos muy placenteros y otros en los que acabamos discutiendo, tenemos algunos problemas. Unas veces porque tiene que irse de nuevo al trabajo, otras veces porque no aguanta y se corre enseguida o justo cuando le pido que no lo haga. Cuando no son tantas mis ganas de follar o estoy ardiendo entonces sí que protesto y algún día no terminaré nunca. Busca una respuesta del por qué tengo ganas de rabo todo el día y no la encuentra. Dice que le cuesta mucho cumplir con la Sandra y que no lo está pasando bien. Yo misma he oído los gemidos de ella cuando se echan la siesta y eso está muy bien, no entiendo qué le pasa. Saber que sus pelotas han estado rebotando bajo el culo de ella y que, horas después, las tendré dentro de mi boca es algo que me gusta mucho pero él no aparta sus quejas tampoco.

-ninguna de las dos queréis por el culo- me dijo hace unos días -con Sandra he insistido mucho pero se niega, me gustaría más si me dejase hacérselo por el culo y no dejaré de pedírselo
-¿y cómo se lo dices?
-lo he intentado varias veces y he llegado a meter la punta pero no quiere que siga. Me pone muy cachondo cuando se niega, porque no está segura de quererlo o no, creo que algún día aceptará

Sabe que me gusta que me cuente cosas y ha llegado a decirme que le gustaría mucho que yo les sorprendiera un día follando y que se lo imagina a veces para terminar corriéndose con ella más rápido. También dice cosas que me pregunto si es que es tonto, como cuando me relata que a ella la quiere siempre de espaldas, como una perra, y que él cierra los ojos y se lo hace conmigo. No deja de repetirme que está con ella porque yo quiero y que le supone un esfuerzo concentrarse en la relación que tienen. Discutimos otra vez. Dice que se agobia porque la Sandra le pide muchos besos y que, sin embargo, él sólo ha pedido una cosa y ella no quiere concedérselo.

-Si me dejase abrir su culo me entrarían más ganas de besar-

Esta mañana dentro de su coche, mientras se ataba los cordones de la bota izquierda, le he dicho que a veces les he escuchado follar porque las paredes de la casa lo permiten y que eso me excita. Le he comentado que a la Sandra se la oye gemir y que es evidente que lo disfruta. He dicho con todas las letras que eso es lo mejor de todo. Se me ha quedado mirando en silencio, abandonando su bota, y entonces he continuado hablando. Le he dicho que me gustaría mucho escucharle a él también y que apenas se le oye. Ha hecho un gesto extraño que me ha dado la risa y me ha dicho que no sabe quién es más puta de las dos. Eso me ha encabronado. Me ha dicho también que llevo a cabo un juego peligroso y que esto no puede continuar mucho tiempo así. Entonces he aprovechado para declararle mi intención de encontrar a otro que haga siempre lo que yo pida. No le ha gustado nada la idea.

-Dime que es una broma- me ha dicho, cogiéndome el cuello apretándome contra el respaldo.
-Suéltame-
Inmediatamente lo ha hecho

-yo puedo hacer lo que me de la gana y eso haré- he añadido
-No puedo creerlo - ha repetido algo alterado - ¿no tienes suficiente? termina con esto de una vez, yo no puedo hacer más de lo que hago
-Precisamente por eso, necesito que otro me de lo que tú me niegas
-Maldita sea, tú eres quien me obliga a estar con ella, ahora ¿qué hago? 

Me he reído y eso ha rebasado el límite. En un segundo ha bajado los seguros de apertura de puertas diciendo que de allí no nos íbamos hasta aclarar el asunto. Me ha dicho muy serio que íbamos a subir a casa y hablar con la Sandra y que si yo quería follarme a otro tipo entonces él quería participar conmigo y con el tipo que yo eligiera pero que la Sandra tenía que saber que estaba estorbando. Al llegar a esa situación me ha dado lástima, es bobo. Le he dicho de muy mala manera que allí lo que estorbaban eran sus gilipolleces y que como se le ocurriera abrir la boca para decirle a la Sandra alguna sola palabra al respecto, se despidiese de mí para siempre. Que si abandonaba a la Sandra todo quedaba roto. Inmediatamente me ha preguntado si la Sandra estaba en la casa y era cierto que no estaba, por lo que a partir de ahí nos hemos ido serenando un poco y parece que hemos llegado a un acuerdo.

He terminado comprometiéndome a que no buscaré a ningún otro para follármelo por mi cuenta a cambio de que él me deje completamente satisfecha sean cuales sean mis requerimientos sexuales. El acuerdo parece que sirvió para tranquilizar a las dos partes esta mañana, yo al menos estoy contenta. Antes de salir de su coche me ha convencido para que subiéramos al piso y ha insistido en que quería probar mi cama ya que no había nadie. Al final hemos cerrado el trato mientras me cogía sobre el sofá del salón, no nos ha dado tiempo a llegar. El hecho de que en cualquier momento la Sandra pudiera aparecer por el pasillo era muy excitante y en algún momento David me ha preguntado por eso, también advirtiéndome que ahora me iba a empezar a dar mi merecido.

-Se te van a quitar las ganas de otra polla porque pienso clavártela hasta caerme muerto-


En qué zorreas