jueves, 22 de mayo de 2008

>> Persistencia

El rollo raro creo que se fue y ahora tengo de nuevo el ego rebosando por cuatro o quizá siete gilipolleces que me han pasado estos días, entre otras:

· me he encontrado con Cristóbal en el metro, un día hablaré de él que hoy no me apetece. (aplíquese ahora el verbo postergar)
· me he ganado en miapuesta más de cuatrocientos euros con el manchester que no está nada mal aun habiendo perdido antes más de cincuenta apostando por Iniesta.
· la vecina del 2A se ha caído y se ha hecho un esguince.
· frente a todo pronóstico Mikel sigue tan ahi como la semana pasada, que ¡vaya semanita!

Está visto que las estadísticas están para romperlas. aclaración nº 14 - 1ª

aclaración nº 7.
Ayer trabajé aunque sin nada destacable. Creo que se trata de un tipo que pertenece a las juventudes del pepé si es que esto existe, debe pertenecer a algo así o similar, qué más da, pero los pisos de los solteros tienen, a veces, cosas muy interesantes y no siempre de ellos me llevo algo, no soy esa clase de zorra. Hablo del piso de él, Alejandro, que vive en Cea Bermúdez.

En su habitación tiene colgado un televisor, pantalla plana, totalmente negro, supongo que para verlo estando echado en la cama y las cuatro esquinas las tiene con altavoces y otro altavoz aún más grande encima de un mueble, me cuenta que eso se llama home cinema y que tiene un sonido de la hostia así que he pensado que puesta a comprarme un televisor, de hacerlo, será con una monería de esas.

En el salón donde tiene una mecedora que no tardo en utilizar nos tomamos un par de copas, tres, y me cae bien porque tiene mucha conversación de cosas irrelevantes pero al fin y al cabo conversación y un poster gigante de la Persistencia de la memoria de Dalí presidiendo la sala, además de no tener prisa. Antes de meterme mano ha de contarme acerca de la dificultad de sus oposiciones de magisterio que ya ha suspendido dos veces y ha de hablarme de sus gustos musicales yo no sé por qué.

Me trató como a la novia que no sé si ha tenido, de eso no habló absolutamente nada, me había requerido con falda corta y allí estaba yo y él bajándome las medias de a poco, besándome una oreja, como si intentara conquistarme a base de tacto, algo absurdo pero pareciera algo así. Nunca jamás me va a conquistar un tipo tan tremendamente educado pero eso no se lo dije.

Creo que le resultó de lo más excitante el hecho de metérmela sentada yo sobre la mesa, nunca antes me lo habían hecho mientras yo fundía relojes y tuvo que ser ayer y lubriqué, sí, lo cierto es que no me desagradaba pero era uno de estos momentos un tanto planos que desearía vivirlos dormida, me quedé igual que estaba y éste tras terminar se fue corriendo literalmente como un estúpido por no manchar el parquet o yo no sé.

El hecho de besarme cuatro o cinco veces el ombligo tras haberse corrido se pensará que lo compensa pero no, un piso muy chulo pero un desaprovechamiento también muy grande. Ni muerta conviviría yo con alguien así con todo tan estructural y tan perfecto dentro de su propia paranoia, el tipo encantado viviendo su home cinema, contándome de cuando consiga plaza fija en Toledo y sea un muerto viviente.

Así pasa, que con tres o cuatro vodkas solamente y tanto protocolo yo me hice mi particular microcosmos con la obra de Dalí en mi cabeza y a los tres relojes ya estaba todo hecho. La verdad es que regresé con idéntica desgana con la que me fui, y es que tengo cosas en mi cabeza, he sabido de cosas mías propias de las que yo no era consciente, y hay que tenerlas en cuenta, he aprendido visiones de mi propia actitud ante las cosas, detalles en los que yo no había reparado hasta ahora y llevo en eso ya un par de noches.

Como estoy acostumbrada a hacer lo que me da la gana no tengo yo costumbre en rendir cuentas con nadie y sin embargo llevo un par de días que todo son explicaciones, que si sigo trabajando de lo mismo, que qué le ha pasado - cómo ha sido, que si todo lo que cuento aquí es verdad, que si el barça no ha ganado un puto título... De aquí al sábado no pienso volver a trabajar, me lo he ganado, el/la que quiera guarradas o busque algo pornográfico ya sabe lo que tiene que hacer.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo un domingo a eso de las nueve de la mañana (justo cuando tienes el calorcillo ese subiendote por la espalda y que te pone los pelos de punta, como si te hubieras meao), escuché un "clock" de esos que sacuden las paredes maestras de todo el edificio. Era un hueso contra el suelo de la escalera. Y al momento un grito de esos que dices que debe doler de cojones, y reconocí a la gorda del tercero. Pero muchas de mis neuronas dijeron que el grito ese no me despertaba suficiente empatía y que saliera a su rescate cualquier otro.
Luego me enteré de que se había jodido el coxis, que por lo visto es dolor de dolores. Claro que se merece mucho más.

Pero nunca lo había explicado y menos para decir que me sentí alegre. Tú en cambio lo dices tan feliz, desde luego cómo eres... ;)

Clara dijo...

EVASTELES NO SÉ LO QUE ES. Se pasa la vida aparte de lo que he ido diciendo, se la pasa abriendo y cerrando puertas y con Manolo Escobar y la difunta Rocio Jurado a todo gas, ahora al menos en cuestión de puertas dejará de dar por culo ¿cómo no voy a alegrarme?

Estoy viendo que te vas siempre directo/indirecto al detalle, qué gracioso.

Anónimo dijo...

Evastel son unas pastillas contra las alergias; estornudos, mocos, picores, etc. Yo no soy de tomar nada pero como ya no podía ni mear a gusto... que tú lo harás sentada y si estornudas pues no te importa, pero yo temía por las paredes... Y la alergia no te la quita, pero en su lugar te arrea un chute que te deja de un espeso que te cagas.

Debería existir la posibilidad de intercambiarse los vecinos, lo que daría yo por la Rocío Jurado. La mía recicla la arena de los gatos en el microondas. Y su hermano, que te lo encuentras rezando a oscuras en el portal cada noche, me jodió el toldo con las chinas de sus cigarros.

Detalles, sí, no sé...

Clara dijo...

1400REMEDIOS. Espero que ya estés mejor.
Con esto del reciclaje de la arena para gatos en el micro me he quedado traspuesta. Está visto que tiene que haber de todo en la vida.


En qué zorreas