jueves, 31 de enero de 2008

Esto a veces da miedo

Ya está otra vez el Julio tratándome de hermana para arriba y mira que le tengo dicho que no me caliente la cabeza, pues nada, hace como quien oye llover. Tras decirle y repetirle por teléfono que no me atosigue, que nos veremos la semana que viene, me llama de nuevo al rato y me insiste en que nos veamos, me lleva de nuevo al cine, a ver pelearse un monstruo con otro y yo sin conocer a ninguno.

A la salida estuvimos tomando unas copas y me pregunta que dónde me apetece ir, de ver mundo, que él hará lo posible por llevarme. Y según estaba me apetecía ir a Marrakech, a conocer Etiopía y Cuba. De ir no va a ser con él precisamente pero le hacía ilusión contarme cosas. Se ha recorrido media europa y eso está muy bien, me ha hablado de una oferta si escoges viajar en tren con un recorrido marcado, interrail o no se qué, te subes y te bajas del tren a tu antojo, qué cosa más maja. Y como parece que le da morbo el miedo o yo no sé me estuvo hablando del drácula y de su castillo en transilvania o yo no sé dónde, que me lo ha tenido que situar con la bota de italia incluída y luego me estuvo hablando de la propiedad del castillo ahora y bah, todo era una mierda.

Frankenstein sí que me acojonaba a mi no ese bicho que salía en la película que tenía pinta de mantis religiosa. El Frankenstein era la hostia y en televisión espanyola te salía por las tardes una serie de la tía del monstruo y me gustaba a mi aquello y salía una resucitada o un espectro o yo no sé vestida de novia de blanco con ramo incluído y su movida era aparecer y desaparecer a través de las paredes y eso intentaba yo conseguir en mis tardes pero no, consistía en concentrarse, una rayada, y la espectro aquella con quien quería estar era con un semiviejo, también un resucitado o algo que tenía la marca de la soga al cuello porque debió morir así el hombre.

Bah, a mi es que esto de que sea mi hermano con sus cercanías y lo del castillo de un país que ni sitúo pues como que me viene a dar igual. Terminamos comiendo algo en Los montaditos pegados a la puerta del Sol, un sitio donde sirven minibocadillos a euro y pico de todas las clases y maneras y cocacola de grifo. Me llamó la atención un mimo en la calle que justo ahí sube hacia la plaza mayor, era yo no sé cómo definirlo, quizá un don quijote, con caballo y todo, muy curioso.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Se ve que el hombre tiene falta de afecto, el interrail esta muy bien, lo hizo mi hermano hace 3 años, barato y se ven muchos paises en poco tiempo, aunque claro, una cosa es tomarse unas copas e ir al cine, y otra irse de viaje...es como dar otro paso en vuestra relacion que deduzco no quieres dar.
Hoy jugamos contra el racing la vuelta, ya veras como les jodemos y pasamos nosotros, 2 de susaeta y otro de iraola.
Besos clareadora¡¡¡
Bilbo

Clara dijo...

bilbo: qué bueno, solo que te olvidaste de los 3 del racing.


En qué zorreas