jueves, 14 de febrero de 2008

Sin aguante

Anoche pasé a ver a Héctor y me lo encontré jugando una partida de tetris en el móvil. Llegué abriendo con mi llave y también con la botella de cava como me había pedido aunque después ni nos la bebimos. Mi sobre encima de la mesita de noche, todo en orden, al regresar al salón le propuse que se compre mejor una consola en condiciones ahora que tiene más tiempo libre y porque los sims también follan, me imagino. Hasta que no terminó la partida no me siguió la conversación, qué vida.

Como tiene la cabeza en esas tonterías me preguntó que cuantos juegos me sé yo y enredó conmigo un rato porque son esos juegos los que le ponen caliente, cuanto más viejo más niño. Como loco se ha puesto con el sujetador de encaje, tres veces me lo hizo quitar y tres veces me lo puso y tirando de la puntilla y dejándola en su sitio y volviendo a tirar y así, encantado de la vida y como ese tratamiento dice que le deja hecho una mierda no pretendió follarme ni nada, se la chupé sin movernos del salón y después cuando estaba ya listo me pidió separándome pasar mejor a la cama y allí sentado me hizo subirme encima de él y aguantó lo que a mi me dio la gana, poca hostia, una serie de contracciones y listo.

Como ya me aburre lo que no está escrito -valga la redundancia- y porque todo lo que me cuenta son tragedias, le he mentido y le he dicho que salgo de madrid hasta primeros de abril, que me llame para entonces, lo apunto aquí para que no se me olvide.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Echaba ya de menos al pobre Hector, le haces mas llevadero el ocaso de su vida, aunque a ti eso te resbale.
Besos desde Bilbo.

Anónimo dijo...

Odio los sujetadores. Jamás los desabrocho a la primera, muy pocas veces a la segunda, y la tercera no llega porque otras manos van a por ese candado.

Cuando esas manos me preguntan cuál es mi fantasia siempre contesto que se vista sin ropa interior.

Nunca nadie ha ligado conceptos.

Y me sorprende que alguien sea un fanático de esa prenda.

Anónimo dijo...

Gracias...

Clara Robles dijo...

Que seria del mundo sin la lenceria de encaje...


En qué zorreas