miércoles, 23 de abril de 2008

>> Edad del pavo

Qué fuerte, me he tirado al padre de la Cristina. A mi me da igual pero no deja de ser algo curioso, él no me conoce pero yo harta estaba de verle en fotos y desde que me recogió en el metro de Quevedo hasta llegar al hotel fui dándole vueltas en la cabeza al por qué su cara me resultaba conocida. Al entrar al hall atiende una llamada del móvil y salgo de dudas al citar su apellido,

-Armando ..., soy yo, dígame-

Aclaración nº 13 y aclaración nº 16. Me suma veinte años, se puso a tener críos cuando aún era un chaval. Sí que me menciona de camino no sé por qué el hecho de que está casado y tiene hijos, sé que tiene seis pero esto no lo menciona, no debe sentirse muy orgulloso. Cristina y yo no puede decirse que fuésemos amigas pero se sentaba a mi lado hasta 2º de bup y allí se quedó repitiendo. El que volviese en estas condiciones a mi vida me hizo sentirme algo extraña.

Desde que tengo memoria, siempre, he tenido mejor relación con ellos que con ellas, me siento más cómoda, de hecho las he tenido alrededor, sí, pero nunca jamás me he fiado de ninguna. La mujer muchas veces entra en la dinámica del hablar por hablar, del decir por decir, del contradecir por contradecir y del joder por joder. Es así y yo bastante tengo con pensar en lo mío para tener que pensar en lo/s demás, no me entiendo con ellas.

Este encuentro me hizo rememorar aquella época en la que me cansé de estar con un idiota y agradezco que por entonces en este país que es espanya no circulasen los móviles porque ese como era idiota me dejaba en el parque pongamos a las ocho y a las ocho y veinte llamaba de nuevo a mi casa atosigándome y todo porque se pensaba que mis tetas eran suyas. El caso es que me cansé y dejamos de vernos aunque no fue ni novio siquiera pero no dejó de seguirme y la Cristina esta se encargó de comentarle que yo ya tenía a otro, todo ello con el propósito de follarse al idiota y se lo hicieron, sí, se lo montaron justo la noche antes de la mañana en la que la oí decir que el idiota era un amor y que estaban muy bien juntos, me llamó él a casa para contármelo por anticipado, le dije que me parecía estupendo y esto le puso furioso y lo típico, me reprochaba que ya lo había olvidado y no se qué, bah, tonterías.

Recuerdo haberla tachado más de una vez de hija de puta por irse de la lengua, qué ironía y allí me encontraba, en la segunda planta de un hotel, con su padre bajándome la cremallera de un vestido que si lo ve la Cristina se lo compra igual pero en rojo. ¿A partir de qué edad te dejan de crecer las tetas? no lo sé, pero la Cristina las tenía más grandes que yo aunque a su padre le gusten tanto las mías.

Lo que es una falta de respeto es hablar mal de una amiga sin razón y por la espalda para conseguir tus propósitos y justo porque quieres que se la vea como te ves tú, rechazada, así que a la Cristina con todo mi cariño le deseo si sigue viva que sus orgasmos sean hereditarios porque a su padre se le ve encantado con los suyos y yo no me meto con nadie, yo estoy trabajando.


8 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando los pezones apuntan pa abajo es que la teta ya es madura.

Clara dijo...

CUARTO Y MITAD. Pareciera que me hablas de la vendimia, me lo quedo.

W. Somerset dijo...

A Cristina le hubiera gustado el vestido en rojo, de acuerdo... pero de qué color es el tuyo? ¿Eres muy descarada con la ropa? ¿Discreta? ¿Te vistes por trabajo o te gusta lo que te pones?

Cristina te envidiaba a rabiar. Seguro que estabas más buena tú, y por aquello de que la sexualidad de las mujeres es menos fronteriza, alguna vez había pensado en tener un encontronazo de sábanas contigo.

Estoy algo alterado, debe ser la primavera. No me lo tengas en cuenta.

pinchinho dijo...

Enhorabuena.....

Paasate por mi blog...


http://lapidacionesculturales.blogspot.com/

Anónimo dijo...

Lo cierto es que muchos hombres también entran en esa misma dinámica... pero su objetivo es dañar a otros hombres, igual que ellas buscan dañar a otras mujeres. Enemigos "homoendogámicos", jejeje...

Me ha gustado la historia, en una época me hubiera encantado hacer gemir de placer a varias madres de amigos... Ni idea de cómo llegué aquí, pero te leeré a menudo (si no te molesta). Un besazo.

Clara dijo...

SOMERSET. Qué bueno y qué bueno eres que son dos cosas distintas. Este vestido concreto es negro, al igual que los zapatos que lo acompañaron, con mis pies dentro.
Muy descarada ¿de qué? me gustan los colores sobrios, eso sí.
Si no se me indica lo contrario me visto como quiero y claro que me gusta: yo me lo compro y yo me lo pongo.
mmmm para gustos, los colores, no sé, pero lo del encontronazo si hablas de la Cristina es muy poco probable.
Tu alteración me divierte, te veo entre polen.

PINCHINHO. ¿el qué me ha tocado? me habrá tocado algo si es que estoy de enhorabuena, bueno cuando pueda me paso a ver qué ofreces.

SHAN. Lo que me molesta y no me molesta creo que va quedando suficientemente claro por ahí, ya irás viendo y bueno, cuando pueda me paso a ver lo que acompaña a ese cuerpo, tengo yo una curiosidad muy grande.

Anónimo dijo...

Hay coincidencias que son de lo mas curiosas, sin ir mas lejos hace ya un tiempo que acabamos una noche en un lupanar unos cuantos amigos, cual fue la sorpresa de uno de ellos cuando nada mas entrar se topo de frente con su querido progenitor, este mismo fue el que ni corto ni perezoso le espeto la socorrida frase de:"¿Que estas haciendo aqui?" a lo que su vástago le respondio con un corto pero contundente "¿y tu?", fue muy divertido.
Me ha encantado la declaración de principios del ultimo parrafo, eso si que es saber estar.
Bilbobesos guapa.

Clara dijo...

BILBO'O. Y a mi el que estés tan de acuerdo con la aclaración 13 me ha encantado también.


En qué zorreas