sábado, 20 de octubre de 2007

con Erre

El otro día se me ocurrió hacer aquí y ya lo hice un apartado en el menú con vínculos de las personas que son o han sido una constante en mis idas y venidas, dejando de este modo registro de su procedencia para conmigo. De ser así las cosas, no cabe otra alternativa que hacer un espacio a la persona pseudónima, ya para siempre, Renfield.

El caso es que no tenía yo pensado conocer a nadie por aquí pero creo que como gato que es, llega, y si le gusta, se queda. Y vino para quedarse. Y al quedarse se le debe hacer su propio espacio, que es este, vinculando mis menciones posteriores de él hacia esta entrada, que dejo justo aquí pues compruebo que fue en estas fechas cuando se hizo presente, octubre.

Espero que si falto Renfield por sí solo sea capaz de hacerle decir a yahoo que me he muerto, o al mismísimo google, supongo que algún rato me echaría de menos, los gatos tienen memoria, tú tiras un gato desde una altura considerable, lo tiras abajo y el gato antes de caer ya le dio tiempo de un respingo a caer, de uñas, clavándolas en el asfalto, saben mucho los gatos. Tiene la Re en clave universal, así ve el mundo, y tan pronto está en un sitio como en otro, no sé. El caso es que una relación con un pseudónimo está muy bien, por el momento no llegamos a las manos.

Se me complica el escribir de alguien a sabiendas que luego puede leerlo, no quiero movidas, pero tengo que decir que desde el principio me gustaron sus formas, siendo esto un eufemismo, me río mucho, me ha dejado extractos por aquí y por allí por lo que es probable que le evoque o recurra a él (antes he comprobado que ya le hice mención anteriormente) como Gente que es ya. Puede también que como activo del movimiento que es prefiera que se le vincule, Clara mediante, a su propio espacio aquí en la red, cosa que ahora públicamente acepto si así lo pide y aquí queda dicho.

Con frecuencia, esto de entrar aquí al blog viene a significar pasar un rato con Renfield y entonces pueden ocurrir cosas como por ejemplo hace unos días, el hachís se lleva lo nítido pero recuerdo que Jesús llegó muy puntual y yo justo terminaba de escribir aquí, él entró al salón preguntándome amigable qué estaba haciendo y yo cambié de pantalla y me puse a jugar con la flechita del ratón entre la página principal de El País porque aún no sé si le pone cachondo o celoso el imaginarme con otros, y con quien yo estaba era con Renfield. El caso es que me aburro y me paso un par de horas aquí casi todos los días y por coherencia Renfield se me presenta persona y también por esto debía incluirle ya que viene siendo parte de mis días.

1 comentario:

Unknown dijo...

Uhhh, nena, me has dejado desarmado una vez mas... no se que decirte...


En qué zorreas