martes, 18 de diciembre de 2007

A algunos les sienta bien la americana

Llevo unos días malísima, el invierno es una mierda pero no me apetece contar penas.
La cita tardó como diez minutos más de la hora prevista, me llegó contando un problema de tráfico, una historia. Se mostraba aparentemente tranquilo, más bien guapo, le sentaba muy bien la americana encima de la camisa, oscura, tomamos la primera calle y caminando fumándose un cigarro me explicó que sería cosa de tres-cuatro horas, cenaríamos con su ex que llevaba a su pareja. Me dio la risa. Me explicó de forma divertida que pretendía aparentar, simplemente, entendía que ella pretendía darle celos y a él esto le daba exactamente igual,

-no la quiero y si vengo aquí, solo sin ti, me pasaría toda la cena hablando del seguramente excelente trabajo de ese tío que se la folla y la verdad que no me apetece, tenemos una niña ¿sabes? quiero que me olvide, yo me acuesto con quien quiero, vivo solo, me va bien pero no quiero que me joda la cena intentando darme celos o no sé el qué-

Me gustó el hecho que me dijo directamente que yo dispusiera mi vida a mi antojo y él me seguiría.

-me imagino que vosotras sabréis marcar la conversación, yo lo prefiero así, yo de este modo te sigo y tú no dejes de hablar-

-pues ellas no sé, pero yo sé hacerlo, no hay problema, al contrario, me gusta que te guste así, todo saldrá bien, seguro-

El hombre más pijo que cenaba esa noche en madrid fuera de casa y la ex de Toni, que así se hace llamar este, se encontraban ya dentro, habían abierto el vino esperándonos.

aclaración nº 7
El restaurante era muy curioso, se me iban los ojos a un frontal verde de una columna. La poca sangre, osease, Araceli, tardó tan solo unos cinco min en revelar que es abogada y dispone de su propio horario, el pijo anotó en su agenda personal aquello que tuviera que ser y a continuación desconectó el móvil haciendo una mueca de liberación.

Yo, si la Araceli dice ser abogada yo soy profesora de primaria en una escuela de Carabanchel donde jamás el pijo va a pisar, porque me encantan los niños y estoy deseando tener niños pero claro, Toni, siempre me viene con que tiene que pensar ciertas cosas, ahí él toma la palabra y hablan de Yessica y la diferencia de edad que habría entre ellos, diez años, que según cuenta es cirujano y últimamente trabaja más por la tarde que por la mañana y así cobra aparte una burrada como extra, que quiere estar un tiempo así y poderse comprar el barco, del pijo que apenas hablaba me imaginé que sería piloto, pero no, cuando le dejaron hablar comentó algo del precio del barco y Araceli se encargó de matizarme que el pijo llevaba la dirección de un banesto en Conde de Casal.

Toni parecía enamorado de su hija y hablaba de ella a la mínima oportunidad. Corroboré la versión que dio Toni puesto que ella todo su afán era explicarle a su pareja las semejanzas de la niña para con su padre, en diversas contestaciones y posturas de ambos, similares. Comenzó a seducirme la idea de las enfermeras y los médicos, y no sé cómo fue pero me miró y les dijo

-sé que ella quiere tener un hijo ya, quiere ir a buscarlo, pero no sé-

y terminó de gustarme y abrieron otra botella de vino. La crema de langosta me encantó.
Toni vive en Alonso Martínez, se ha comprado el estudio que siempre quiso tener y dice que es feliz y me besa el hombro, desnudo, pues tan solo llevo tirantes y entonces recuerdo el abrigo y le digo al camarero que me lo traiga sólo por comprobar que sigue estando allí. Cuando de nuevo se lo doy para que lo retire tras registrar mis bolsillos , a la Araceli la hago constar que me lo he comprado sudando dando clases, lo alaba pues ella misma ve que es precioso y me río porque le pregunta al pijo qué le van a echar los reyes a ella.

Toni vuelve a besarme un hombro y esta vez lo acompaña de un masaje en mi muslo, templado, le miro, me mira y nos gustamos. Le dice a la Araceli que tiene que buscarse un trabajo como yo, tres meses de vacaciones, la ningunea unas participaciones de no se qué que ella ha comprado o no sé y como ella no le replica y me cae simpática la echo un cable y le respondo yo que es mejor para él que sea abogada por si marcha con el barco y resultase una tragedia tener abogado en tierra que no alguien de vacaciones.

Reimos y esta vez su mano me recorre caliente la pierna y se para en mi rodilla, me guiña un ojo y a continuación brindamos.

Salimos de allí y a mi me sobra una copa de vino y salgo aturdida y Toni me sostiene divertido por detrás y me besa el cuello mientras esperamos que ellos salgan y pegado a mi me dice bajito en el cuello que está de suerte esta noche porque a él le gustan muchísimo el vino y las mujeres. Y me rodeo y allí mismo mientras la Araceli se coloca el abrigo le como la boca porque nos estamos gustando y los cuatro nos hemos dado cuenta. Allí mismo esperarán a taxi de forma que los dos marchamos andando de vuelta por la misma calle.

Llegamos al punto de encuentro y continúa andando, a doscientos metros tiene un mercedes aparcado, tremendo, gris, tapicería de vainilla , precioso, se encienden las luces, me hace subir tras gentilmente haberme parado frente a él preguntándome si me quedaba un par de horas más.

También el estudio era una maravilla, me lo hizo en la cama, despacio, sin extravagancias, me gustó mucho su comportamiento y su tiempo en las cosas, me dijo que desde que me miró a los ojos quiso chuparme un pezón,

-este, el izquierdo- y se lo lleva a la boca y lo muerde

Inmensamente feliz me hizo sentir cuando al rato tras terminar me dijo que casi mejor me quedase a desayunar y así no pasaría frío. Así lo hice y de todos modos tengo un constipado de muerte, ayer incluso fiebre, fatal, y no es el abrigo, es la maldita calefacción.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, un consejo, el fondo negro se lee peor. Besos

Anónimo dijo...

¿Y eso es un pijo? Ja ja y jaaaa. Qué lástima, vaya gente más triste con la que te juntas, si eso es tener dinero y ser pijo... Normal, claro, no creo que puedas aspirar a más.


En qué zorreas