viernes, 21 de septiembre de 2007

Como una chica buena

Termino de ducharme y recibo una llamada, es un chico jovencito aparentemente por su voz, creo que es la primera vez que recurre a esto y se muestra bastante desesperado, nervioso. Me explica que me necesita mañana para asistir al cumpleaños de su padre, pasaremos un par de horas en su casa y después todo depende de sus ánimos para salir a tomarnos unas copas. Me pregunta si la foto que aparece en internet corresponde a mi realidad, dice haber llamado por esto, me hace reir, le interesa saber a su vez si puede contar conmigo para dentro de dos-tres meses que debe asistir a otro acto familiar, en principio no pongo problema.

Me indica que sus padres son muy católicos por lo que debo asistir muy recatada en el vestir, soy una chica seria, funcionaria de correos y huérfana, no puedo objetar nada pues ya está todo dicho, quieren por fin conocerme. Me indica que me recogerá pasadas las ocho de la tarde, en la parada de metro de Sevilla, salida por la Gran Vía. Me identificará por mi bolso rojo y los zapatos del mismo color, me explica que he de llamarme Belinda y que él es Arturo, me rio de su nombre y de que todo me lo cuenta muy rápido, lo tiene todo estudiado y me resulta gracioso. De sexo no hablamos, de ocurrir, será toda una sorpresa.

1 comentario:

Amanecer vacío dijo...

en las garras del "opus" vamos...

En realidad el verdadero actor de la función creo que es el chico, ... sin duda esta historia promete. Insisto, todo esto tiene salida literaria jeje.

venga un 1 saludo desde las playas de Tarragona.


En qué zorreas