viernes, 8 de febrero de 2008

Ticks

[convendría leer antes El beber y el follar]

En Valdeacederas, la verdad es que luego no estuvo nada mal la noche. A la hora fijada se presentó a por mi el tal Alfonso. Desde allí caminamos calle abajo hacia unos locales de Azca, me indicó que llevaba ticket restaurante de su empresa y que en estos sitios siempre los aceptan. Se trataba de un tipo un tanto extraño y aparte del tick que le hace voltear la cara hacia la izquierda dice cosas incongruentes, muy curioso.

Parece muy maniático con los vinos o entiende de lo que habla, yo me pedí el lambrusco ese rosado porque le conozco y me va bien por más que el protocolo dicte que no se cuál para carne que no se cuál para pescado, el lambrusco ese para clara y punto.

Un tipo raro que porque sí me invita a cenar y para meterme mano y pie también, cosas que puede hacer en su casa pero en fin, en seguida comienza la retahíla de reprimido de tres al cuarto que tiene a la mujer en casa que estará acostando a los niños y que mejor nos vamos a un hotel con quien se habrá imaginado follando con vete a saber quién. A mi me importa más el filete de ternera que tengo en el plato que sus cosas, ¿que me dice que vive en la plaza de la Remonta pegadito con una comisaría de la policía y vive tan tranquilo y feliz así? pues yo que me alegro, ¿que no ha pisado la casa de campo en su vida excepto para ir a ver al koala con el crío? pues fíjate qué buen hombre y así sucesivamente.

Yo pensé lo que pienso siempre en estos casos, que mientras no me transmita detallitos de psicópata o de subnormal profundo, a mi que me traigan otra botella y así hasta que se le ve recortar media ticketera de veinte euros la unidad y me dice que ya está bien y una vez en la calle tenemos un taxi esperando al que previamente había llamado y el que nos lleva a un par de manzanas para abajo y nos deja a la entrada del hotel. Y en ese hall podría yo hacer vida muy tranquilamente.

En la habitación todo fue un no parar, tan pronto me tenía contra la pared como amarrada en la cama sin dejar de empujarme. Me fue gustando y yo misma le dirigí para que mientras me penetraba se ayudara de los dedos haciéndomelo por detrás. Y me lo hizo bien y vio que me gustaba y no se por qué pero me brindó a continuación un solo muy guapo abandonando mi vagina comenzando a chuparme y mientras sus dos dedos continuaban tal y como le dije un rato antes haciendo camino en mi culo y me cogió bien el punto y consiguió que me corriera de gusto y acto seguido retiró sus dedos metiéndome la polla de nuevo, pero esta vez entró empapada.

Mientras lo tuve encima pensé que a falta del tick que hacía rato que no le aparecía se le había puesto la cara del tono del lambrusco. Al oído me dijo cosas que yo ya sabía como que no había visto antes correrse a una mujer de esa manera, y que le había gustado mucho.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta tu blog, en serio, eres toda una mujer, que vive como le apetece, y con la cabeza bien amueblada.
Saludos

Anónimo dijo...

es que cuando os corréis por el culo es de lo mejor... de lo mejor

besos


En qué zorreas