jueves, 20 de septiembre de 2007

Chalet en Arturo Soria

A las tres en punto salgo del metro por la salida indicada, me encuentro en el barrio de Arturo Soria, zona privilegiada, ya no recuerdo la última vez que estuve por aquí. Tomo la acera indicada y camino despacio, rememoro la conversación telefónica y me lo han indicado todo muy bien, todo está donde me han dicho. Un chalet a continuación de otro y de otro y de otro, hay gente que vive demasiado bien. La voz del otro lado del teléfono me pareció la de un pijito, intuyo que estoy en lo cierto. No es la primera vez que llama aunque creo bien que no nos conocemos, quiere hacer un trío, yo y un amigo suyo y si les gusta propone pasar toda la noche con ellos.
Llego a la casa, apago mi cigarrillo en la misma acera, toco al timbre, observo, la casa lleva allí más de veinte años eso es seguro, parece un castillito. Me abren, paso al jardín, muy cuidado todo, de nuevo, otra puerta, me han oído llegar y me abren al paso. Ninguno de los dos es feo y la casa es una pijada.

-¿quieres tomar algo?

Todo va a ir bien, tienen vodka y ganas de beber y de follar. Gustavo, el más alto parece que es el invitado, me cuenta que es de Ciudad Real que está aquí de visita, propone jugar a las cartas para ver quién me la mete primero ya que no esperaba que yo fuese tan guapísima, me hace gracia. El dueño de la casa responde por Ramón, parece algo menos relajado, lleva puesto solo unos boxer y dice que quiere ponerse unos tiros, se incorpora a por un espejo.

-ponte cómoda, dentro de nada comienza la fiesta - comenta Gustavo excitado.

Me sirvo un vodka mientras juego con mis piernas, al dar un trago me mancho la camiseta, el escote, me limpio como puedo y Gustavo me indica que seguro que tengo unas tetas preciosas que le deje verlas. Me quito el sueter mientras Ramón regresa con nosotros, deja el canutillo perfecto en la mesa, trae la coca en una bolsita transparente, se sienta a mi lado indicando al amigo que haga él las rayas.
Al momento Gustavo nos dice al momento que las dos rayas que quedan hechas son las nuestras. Ramón se retira y va a ponerse. Gustavo pide fiesta dando palmas, Ramón le mira y se queja, opina que aún no han apostado, Gustavo sonríe, dice que se apuesta la polla a que salen Oros, que baraje las cartas.

-esta tía está muy buena Ramón, me da igual que salga lo que salga, los dos salimos ganando.

Me gusta, Ramón baraja mientras acuerdan las reglas del juego, uno por uno irán sacando una carta y quien acierte el signo elige qué hacer conmigo. Gustavo me retira la falda mientras me meto otra rayita, quedo de pie a su lado con el tanguita negro que compré días atrás en el centro comercial, me atrae hacia él mientras comienza a meterme un dedo en la vagina, explorándome. Sabe cómo mover los dedos, me gusta, con la otra mano marca el seguimiento del tanguita en mi culo.

-joder cómo estás de buena corazón, qué ganas de hacerte sudar, tú, tio, elige ya carta!!

Mientras me acaricia el clítoris me voy animando pero ha ganado Ramón.

-ahora empieza lo bueno, tio, ven cariño, ven conmigo-

Me acerco, respiro intensamente, acabo de meterme otra raya, Gustavo parece que va a preparar más.
Termina de ponerse al momento y se sienta en el sofá pero el resultado parece irritarle, le indica a Ramón que se aparte que le toca a él primero, con una facilidad increíble me gira, me sostiene frente a él, me abre con sus manos y me lo hace mejor que antes, luego otra rayita, mínima y risas y Ramón aparece al momento de nuevo a mi lado y dice que es mejor que me vaya, que Gustavo ha hecho trampas y no le apetece seguirme viendo alli, me tira los billetes sobre la mesa, me incorporo y comienzo a vestirme. Pensé que de este encuentro sacaría más pasta pero lo que me llevo es un calentón del quince.

1 comentario:

renfield sonia dijo...

Ejem... reconozco que tus relatos empiezan a incomodarme (estoy en el curro)... y, bueno, el tema que me intrigaba esta resuelto con esta historia.
Es una lastima que internet me tenga educado en el escepticismo y que piense que esta clase de historia solo la puede escribir un hombre con fantasias de hombre. De no ser asi daria las gracias al mayo 68, a Simone de Beauvoir, a sexo en nyc (hum, no, a sexo en nyc no, pensandolo mejor esa serie no me excita en absoluto), y al señor Marques de S. Un saludo!


En qué zorreas