jueves, 1 de noviembre de 2007

En San Chinarro también beben vodka

Salí de hacerme la revisión médica cerca de las dieciocho.h. Olvidé el móvil en casa, cargando la batería, a mi regreso, varias llamadas perdidas. Al rato uno de los números llamó de nuevo. Dijo llamarse Angel, quería que me pasase por su casa, había organizado una pequeña fiesta, me explicó que estarían tres-cuatro amigos y otra chica y yo como invitadas, que querían follar al gusto y estaba dispuesto a pagarme por hora por encima del precio si dejaba abierta la posibilidad que me lo hicieran dos al mismo tiempo. Me mostré dubitativa de forma que le hice fijar un precio que me convenía, me dio la dirección y acordamos hora.

Vive en San Chinarro, no conocía esa zona, hace unos años ahi estaba el Corte Inglés y poco más, ubiqué la calle en internet. Llevaba el tiempo justo para ducharme, maquillarme y meterme en el metro. Así lo hice. Llevaba un vestido ceñido y corto y con bota alta de tacón de aguja tal y como me había pedido. Llegué con algo de retraso, ya estaban todos dentro. Angel me explicó al recibirme que sí, que tenían vodka pues eso era lo que bebía Mario. Otro de ellos, Rubén, era más guapo que los otros tres juntos, nos aprobamos mutuamente en las presentaciones. La chica era muy mona y no hablaba apenas nada.

Lo tenían todo muy organizado, supuse y después lo constaté con comentarios que no era la primera fiesta que montaban de este tipo. El salón era amplio, rectangular, con varios sillones amontonados contra la pared dejando solo el espacio y la alfombra. De la cadena de música en color plata salía chill out que Mario, el menos corpulento, se apresuró a decirme que el cd era de la india y una explicación que no recuerdo. De la cocina llegaba otra música distinta y desde mi sillón comprobé que también había una habitación accesible quedando la puerta semiabierta y una luz más rosada que se dejaba ver de su interior.

Me puse cómoda, todo quedaba a mano, el anfitrión colocó la cubitera en la mesa y todo el alcohol restante alrededor del cubo. Charlábamos unos con otros y ellos fueron adoptando posiciones de forma que Angel se retiró a la cocina atendiendo al teléfono pues era su novia según dijo antes de cogerlo, Mario no se separaba de mi ni el sin nombre de la rubia teñida. Por su parte, Rubén, desde su sillón apuraba su jb a la vez que se metía con el corte de pelo de Mario. Enredé con él por si se tratase de un reto a ver quién me entraba primero y definitivamente me gustó más el guapo a quien hice acompañarme la mirada hacia la luz rosada del dormitorio pero Mario no se me despegaba. El sin nombre no perdía el tiempo y ya tenía a la chica sometida, acorralada en el sofá, ya en las rodillas su tanga gris, explorándola.

Me incorporé, sacándome la chaqueta. Mario se puso en pie, conmigo, comenzando a jugar con mis tirantes, su mano recorriendo mi espalda, el primer beso, húmedo, caliente, apetecible. Cierro mis ojos, le sigo besando, oigo cerca el repiqueo de los hielos en el vaso, es Rubén que se acerca a nosotros parándose al paso a nuestro lado, y mientras Mario prueba mis pechos cogiéndolos con ambas manos él deja caer su dedo índice a lo largo de mi brazo haciendo que me voltee a mirarlo, me guiña un ojo, se mantiene ahi a nuestro lado un instante y se va andando hacia atrás buscando uno de los sofás, desabrochándose el pantalón.

Mario está ya caliente, me lleva una mano a su entrepierna constatándolo, me atrae hacia sí, me baja la cremallera del vestido, lo dejo caer al suelo hábilmente, me coge otra vez los pechos, me manosea, me chupa los dos, tira de ellos, los aviva. Me indica que me eche en la alfombra de espaldas dándome un cachete en el culo. La chica parece divertirse. Y mientras miro la corrida del sin nombre sobre la chica comienzo a sentirle, que entra, duro, firme. Mario se corre dentro de mi culo y siento que quiero que su amigo me la meta mirándome a la cara.

Al momento, Mario se retira dejándome un beso en mi hombro y tengo ya a Rubén al lado, me ayuda a incorporarme, y ya de pie junto a él se inclina sobre mi pecho mientras comprueba mi humedad, me lleva de la mano a la habitación, allí se echa sobre la cama y me sugiere que me coloque encima de él y todo lo que sucedió después ya sabía yo que me iba a gustar y así fue.

Tras el sexto-séptimo vodka de la noche sé que Angel me pidió que le hiciera una mamada, que lo hice y que después estuve un ratito en la cocina no se por qué y que cuando regresé al salón la chica había puesto la alfombra perdida de ron tras estar vomitando, sí recuerdo que el sin nombre la trató con cierto desprecio y que terminaron echándola tras discutirlo. Yo tuve más suerte, Mario que salía de madrid se ofreció a acercarme y me dejó sobre la una y media a un par de paradas de metro de casa.

No había ni un solo mensaje en el email y eso está muy bien y está muy mal, según como se mire. Son las cuatro.h y aqui estoy, pensando que quizá enfoque el blog de otra manera a partir de ahora [o bueno no, no sé]. Esto que vengo escribiendo desde el Comienzo hasta ahora quizá sea una contradicción [o bueno no, no sé] con mis principios de no grabar los números de teléfono de conocidos en el móvil o cambiar de número que también lo hago evitando contacto con ellos, que sea una contradicción con mi estabilidad que consiste en no tener a nadie cerca y aquí queda todo plasmado.

También pienso en que ¿qué vale más? ¿lo que pueda aprender de ello por escribirlo o la pérdida de tiempo que me supone escribir algo que jamás voy a volver a leer? porque es que no me interesa volver a ver a más de la mitad [o bueno sí, no sé]. Lo que realmente he estado haciendo para no pensar es aprender a dejar vínculos de estos.

2 comentarios:

renfield sonia dijo...

Hola lady C...
Tu nuevo mensaje me deja mas intrigado que nunca... en parte porque no entiendo demasiado bien las ultimas lineas... tu tormenta de pensamiento autorreflexivo es un completo misterio.
Que esperabas encontrar en tu mail? Te decepciona no haber conseguido clientes o que los gatos den pasitos cautelosos hacia esa luz tan atractiva pero a la vez perturbadora...
Mi lady mata hari, que vive en perpetua sospecha... que asimila lo fugaz con lo estable, que solo se tiene a si misma...
Tus cuentos son pequenas migas en el camino virtual del destino, no hace falta mirar atras para saber como hemos llegado hasta aqui, pero tranquiliza saber que siguen ahi...
Y tu intensa vida es una realidad tan volatil como un parpadeo... sigo sin entenderte.

Clara dijo...

Renfield: Soy Clara, como el agua: cristalina y en movimiento.
Otra cosa es que aún no sepa dejarlo suficientemente claro por escrito y quizá esté ocurriendo esto.
Me di cuenta antes que te debo una, mmm, no me gusta esta posición pero bueno todo se compensa.


En qué zorreas