jueves, 13 de diciembre de 2007

Marcha

A las ocho y pico yo ya estaba negra de esperarle. Me bajé a la calle en busca de una tienda, en media hora estaba de nuevo en su piso con hielo y vodka para templarlo, me descalcé y me tiré en el sofá, estuve viendo después una porquería de telecinco que un día me explicó un tonteras, se trata de meterse diez o doce parásitos sociales de personas en una casa y marear al personal de tal manera que sobreviven a expulsiones mediante votos por sms, gran hermano lo llaman. aclaración nº 20.

Los he visto hablando solos frente a quien sea, dar vueltas a pedales montados en un carrito en una prueba estúpida, abrazándose y queriéndose mucho, peleando con expresiones de gilipollas como poco, mirándose al espejo, lavándose los dientes, volviendo a quererse muchísimo, hablando del amor y otros cuentos, pretenderán o no sé crear de ellos prototipos y esa gente sí es rara de cojones. Qué asco me dan, hay uno de ellos, el único negro, que ha debido entrar por no haberse presentado otro más negro aún y los demás por no haberlos más subnormales, antes me ahorco que tener que hacer un seguimiento a un programa semejante.

Jesús llegó poco antes de las doce, justo cuando prendí mi segundo porrito. Vino derecho a besarme el ombligo, volvía como feliz, le dejé hacer, me incorporé a continuación y apagué la tv, hice bien en no decirle nada a la vecina puesto que no hubo una voz más alta que otra, fue todo rápido y la marihuana es deliciosamente sensible.

-me marcho - dije mirándole a los ojos
-¿cómo que te marchas, dónde vas, qué dices?
-tú te vas de cena, yo me voy de tu casa, cada uno aprovecha sus horas como le viene en gana.
-¿pero qué dices, qué cena? olvidé aquí el móvil y no he podido llamarte, déjame explicarte...

aclaración nº 8 - 1ª. Vi en él mi reflejo de desprecio, me encantó, vi con una nitidez asombrosa mis sucesivos revolcones con un miserable que mentía y me seguía mintiendo ahi a la cara escudándose en cosas que me meo en ellas, hablaba y hablaba hasta que no me fue suficiente reirme en su cara y dejando a un lado mi sonrisa le conté:

-tú te piensas que soy gilipollas ¿verdad? si no es hoy hubiera sido mañana, ya me estás estorbando con tus sugerencias que te limpie y que te planche, desde hace días me vienes jodiendo con el dinero que tú te gastas en tabaco y en hablar absurdos bebiendo con compañeros de trabajo que son diez veces más hombres que tú, con sus respectivas familias que tú no tienes y por eso no te llevas a tu zorra de cena, vete a la mierda que yo me largo, soy clara, cuando lo precises me voy contigo a esa casita tan maja donde no tienes cojones a vivir solo ni acompañado, me gustó aquello y no hay problema pero esto se acabó, hazte el favor de ser un hombre y no así tan imbécil, me aburres, me escondes una botella de sangre y me pillo un pedo a tu salud por gilipollas y te piensas que lo soy yo y mientes como el cobarde que eres que no le dice a una maruja de mierda que la quiere, no te engañes ni me engañas a mi tampoco, no pienso ser una amargada aquí contigo

Aquí en lo de maruja de mierda le tenía a tres metros de distancia lamentándose dando vueltas alrededor del salón sujetándose la cabeza.

-no me puedes joder de esta manera - alcanzó a decir- ¿cómo quieres que me presente allí contigo, y si alguno, alguien, te conoce? me cago en dios, no te enfades, no pasa nada, no te engaño, pensé que es mejor así, no te puedes ir

-me aburre también tu discurso pero tu pueblo me gusta, si cambio de número te lo haré saber ahora me voy, yo no soy la maruja que tú pretendes

Él no decía otra cosa más que maldiciones y resoplaba repitiendo que no tenía que enfadarme que lo había hecho por mi bien, que él quería quererme, qué gracioso, la nitidez me seguía dejando ver cuánto me aburría todo eso que me contaba.
Le dije la verdad también antes de irme por la puerta: que había sacado del banco la mitad del dinero. Él seguía intentando retenerme agarrándome un brazo, tirando de mi, en su monólogo de excusas patéticas y promesas de cambio y vuelta a que es celoso porque quiere quererme, me besa la mano, dice que me llamará y salgo, cierro tras de mi, bajo por la escalera. De nuevo en la calle prendo de nuevo el porrito y me busco el metro.

No sé si ha sido la mudanza en sí o la conversación con Jesús pero desde ayer que pasó esto tengo como una rareza, tengo que habituarme, esto es así, he quedado para luego a las 20h con alguien en la zona de Iglesia, me ha explicado poquita cosa pero me pide que lleve falda, iremos a un restaurante.
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aclaración nº 7

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Se veía venir, o más exactamente intuí algo similar hace tiempo.

Unknown dijo...

Se te ve extrañamente enfadada en los ultimos post... que raro, no esperarias en serio que fuese a salir bien no?
En cuanto a gran hermano... quizas deberias plantearte concursar en la proxima temporada, he oido que ahi, las que son zorras, lo son en serio..

Clara dijo...

minsk: el verme previsible no me gusta nada, pero agradezco tu sinceridad, quizá no había otra salida.

renfield: extrañamente enfadada no, es que no soporto la mentira, es así y punto, como dije antes quizá no había otra salida.

Abigail d'Sade dijo...

delicioso

Anónimo dijo...

Postergar la resolución de las cosas no las resuelve, solo las retrasa.
Quizás hiciste lo más adecuado.


En qué zorreas